En lo que va de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, el peso mexicano acumula una depreciación de 36.8% (un 8.1 promedio anual), y la perspectiva es que la pérdida sea mayor en los próximos meses.
De esta manera, el tipo de cambio interbancario pasó de 12.96 pesos el 3 de diciembre de 2012 (primer día hábil de la presente administración federal), a 17.74 pesos ayer, lo que representó un incremento bruto de 4.78 pesos. Sin embargo, si en el análisis se toma como referencia el máximo histórico de 21.93 pesos reportado el 19 de enero pasado (un día antes de la toma de posesión del presidente Donald Trump), la depreciación del peso del inicio de este sexenio a ese día fue de 69.21%, es decir, 8.97 pesos.
Para dimensionar el tamaño de la depreciación que ha reportado el peso mexicano (o el encarecimiento del dólar estadounidense), si el tres de diciembre de 2012 se disponía de un billete de 100 dólares, esa cantidad representaban mil 296 pesos y actualmente serían unos mil 774 pesos (478 pesos más). Pero si se hubieran cambiado el 19 de enero pasado, la transacción implicaría unos dos mil 193 pesos (897 pesos más). De esta manera, la depreciación del peso mexicano frente al dólar estadounidense ha sido de, en promedio, un 8.1% anual, mientras que la inflación ha sido de menos de 4% en el mismo lapso.
Al respecto, Jorge Gordillo Arias, director de Análisis Económico de Ci Casa de Bolsa, advierte que el tipo de cambio ha sido una de las variables que en mayor medida ha resentido las coyunturas tanto internas como externas de los últimos cuatro años.
En este sentido, recordó que la moneda mexicana ha sido presionada por el ciclo de alzas de tasas que inició en diciembre de 2015 (el primer incremento en siete años), la Reserva Federal de Estados Unidos, así como la correspondiente turbulencia reportaron los mercados financieros a nivel internacional.
Otro factor que ha presionado el peso ha sido el desplome de los precios internacionales del petróleo en los últimos años (de 100 a 25 dólares el barril), y la presión correspondiente a las finanzas públicas del país. De igual manera, factores como la tensión política entre Estados Unidos y Corea del Norte han abonado para presionar al peso frente al dólar.
Asimismo, destaca el proceso y desenlace del proceso electoral en Estados Unidos, y lo cual se apreció sensiblemente en los abruptos movimientos que mostró el tipo de cambio, el cual escaló de 18.42 pesos a la venta a 20.53 pesos por dólar en tanto tres días (del ocho al 10 de noviembre del año pasado), justo en la victoria del entonces candidato republicano a la presidencia de ese país, Donald Trump.
Algo similar ocurrió el 19 de enero pasado, un día antes de que Donald Trump (con todo y sus amenazas al Tratado de Libre Comercio de América del Norte), asumiera la presidencia de la Unión Americana: Ese día el dólar estadounidense alcanzó el máximo histórico de 21.93 pesos.
A partir de ese día, el peso mexicano (en el marco de una trayectoria de altibajos), ha recuperado terreno frente al dólar (unos 4.19 pesos).
Al respecto, Omar Taboada, analista de Citibanamex, destaca la estabilidad que ha reportado el tipo de cambio en los últimos días, pese a las dos rondas de la renegociación del TLCAN, por ejemplo. “El tipo de cambio liga ocho semanas consecutivas de relativa volatilidad en las que ha alternado en una acotada banda de 70 centavos”, apuntó. Sin embargo, los analistas, cono Gabriel Siller, directora de Banco Base, coinciden en que las amenazas y riesgos siguen latentes, como el desarrollo y desenlace de la renegociación del TLCAN así como las elecciones presidenciales que tendrán lugar el próximo año.
“Hacia adelante, no se pueden descartar riesgos en contra del peso en cotización frente al dólar, pues las tensiones geopolíticas entre Corea del Norte y Estados Unidos, así como el resultado de la siguiente ronda de negociaciones del TLCAN, que iniciará el 23 de septiembre y concluirá el 27 de septiembre”, afirmó. Por lo pronto, las estimaciones apuntan a que el tipo de cambio podría cerrar este 2017 en alrededor de 18 pesos por dólar, con expectativas al alza frente a la guerra electoral que se desatará en los primeros meses del siguiente año por la Presidencia de la República.
