La producción de autos en el país registró una caída de 4.44 por ciento durante el sexto mes del año, comparado con junio de 2018, lo que significó su segundo descenso consecutivo a tasa anual de manera consecutiva.
En el primer semestre del año, la producción nacional de autos llegó a 1.9 millones de unidades, un crecimiento de apenas 0.73 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2018 y la variación al alza más baja para dicho periodo registrada en los últimos tres años, según datos del Inegi.
La caída en la producción global de autos en México se debió a un menor desempeño en este rubro de cinco marcas, encabezadas por Mazada, cuyos ensambles se desplomaron 71.7 por ciento, y Nissan, que armó 22 por ciento menos autos, esto en comparación con el primer semestre del año anterior.
Estas contracciones fueron resultado de una menor demanda de unidades nuevas en distintas regiones como Europa, Canadá y Sudamérica.
En el reporte de junio, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer que las exportaciones de Mazda cayeron 66 por ciento y las de Nissan en 21.6 por ciento.
El mes pasado El Sol de México publicó una entrevista con Herman Morfin, director de Comunicación Corporativa de Nissan, en la que explicó que la contracción del mercado a nivel global llevó a la reducción de la producción de la empresa y el despido de mil trabajadores en sus plantas de Aguascalientes y Morelos.
El directivo recordó en aquel momento que la industria mexicana llegó a un punto máximo en ventas en 2016, año a partir del cual empezó la caída en el mercado interno, que ha implicado medidas de ajuste por parte de las armadoras.
El presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís, dijo que con 25 meses de caídas en las ventas de autos ligeros, hay una situación de crisis que debe prender alertas sobre la necesidad de reactivar el mercado interno.