México cerró el 2018 con una cifra histórica en robo al transporte de carga. Según la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), de enero a octubre del año pasado se reportaron nueve mil 800 robos, que comparado con los datos de 2012 significó un aumento de 168%.
Ante esto, y las graves pérdidas económicas, que en 2017 a decir de la misma Canacar llegaron a 92 mil 500 millones de pesos, cada vez más empresarios del ramo deciden blindar sus tráileres para dar seguridad a choferes y mercancías, así como poder asegurar sus unidades, ya que algunas aseguradoras solicitan este requisito o de lo contrario no pagan los seguros de la unidades ni de las mercancías.
Modus operandi
Los delincuentes operan con alguno de los siguientes métodos: unos automóviles se acercan a gran velocidad, disminuyen la marcha a la altura de un semirremolque y lo fuerzan a detenerse. Hombres armados con AK-47 saltan de los vehículos, amenazan al conductor y finalmente se marchan con su camión.
Otra forma de asaltar los camiones es a través de retenes en donde los delicuentes, haciéndose pasar por policías o militares, detienen a los camiones y a punta de pistola bajan a los choferes o los secuestran para llevarse las unidades.
El último modo es el delito de oportunidad, en el que los ladrones buscan en las carreteras alguna unidad detenida por percances mecánicos, y aprovechan que el conductor está revisando su camión para tomarlo por sorpresa y robarlo.
El blindaje
Jorge Coronel sabe bien de qué se tratan esos robos. Él dirige una compañía de transporte de mercancías de alto valor, que pueden ser un cargamento de jeans, cámaras fotográficas o medicamentos, y busca formas de contrarrestar estos robos.
La situación es tan crítica que muchas compañías de seguros en México se rehúsan a proteger estos cargamentos si no son transportados por vehículos capaces de resistir disparos de rifles de asalto. "Es caro, es muy caro, pero las aseguradoras en ciertos montos exigen que haya equipo blindado". Cuesta 550 mil pesos blindar un tractocamión con piezas de acero y cristales para que soporte impactos de un AK-47.
Ahora "el ataque ya es mayor, ya se paran unidades enfrente (del camión), ya se paran por los dos lados, y lo que intentan es dañar a los conductores, ni siquiera dañar la unidad", dice Daniel Portugal, director de Diamond Glass, una firma mexicana de blindaje.
Por su parte, Esteban Hernández, presidente de la Asociación Mexicana de Blindadores de Automotores, detalló que se tiene que rediseñar el exterior de la cabina para evitar que los delincuentes puedan subir con el tráiler en movimiento, además de que se tienen que blindar también los tanques de gasolina -que en los camiones están expuestos- y utilizar material para los pisos contra fragmentos de granadas y pintura repelente al fuego.
No todos pueden
Sólo 3% del sector recurre a esta medida de seguridad, afirmó Aldo Romero Lezama, delegado de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas A.C. (Amotac) en la zona centro.
“Pagar el blindaje de las unidades es de locos porque es muy caro y su mantenimiento también lo es”, señaló.
Romero Lezama mencionó que es tal el grado de inseguridad que se mantiene en las carreteras, que hay aseguradoras que se niegan a cubrirlos, y las que todavía lo hacen subieron sus primas hasta 130%.
Según los números de Amotac, en promedio se registran cuatro atracos a camiones en el corredor Maltrata-Ciudad Mendoza-Orizaba-Fortín-Acultzingo.
El botin
Los productos más robados de los camiones de carga durante 2018 fueron combustible, alimentos procesados, bebidas alcohólicas y productos para la construcción, que en conjunto sumaron 67% del total. En menor escala se registró el robo de químicos (6%), electrónicos (6%) y autopartes (4%).
