Cambiar las etiquetas de productos como galletas, refrescos y frituras, le costará a la industria seis mil millones de pesos.
Alejandro Malagón, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca), dijo que el monto sólo se refiere al cambio físico y no considera el costo de propiedad intelectual.
La Secretaría de Economía y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobaron el pasado viernes cambio a la Norma Oficial Mexicana 51 sobre el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados.
La modificación prevé un etiquetado frontal para los productos que advierta al consumidor sobre el exceso de azúcares, grasas, sodio y contenido energético.
Los representantes de las principales cámaras empresariales reiteraron su rechazo al nuevo etiquetado frontal a productos de consumo propuesto por el gobierno Federal.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar, dijo que las sugerencias de la iniciativa privada no fueron escuchadas y que ya se analizan acciones legales.
De acuerdo con el empresario, los cambios en la NOM 51 no son claros y tampoco garantizan atacar el problema de obesidad en el país.
Por su parte, el presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega, opinó que la nueva norma "sataniza" los productos y desincentivar su consumo, sin dar solución a un problema de salud pública.
Añadió que de ser ser ratificada por el jefe del Ejecutivo, la NOM 51 afectará la producción y el empleo del sector privado.
La iniciativa privada analiza las acciones legales que emprenderán contra la nueva norma.
|| Con información de Enrique Hernández ||