La estrategia del gobierno en contra del abuso en el poder de negociación, la corrupción y el conflicto de interés de farmacéuticas sí generó desabasto de medicamentos, concluye el informe No al Huachicol de Medicinas.
El reporte elaborado por un colectivo de organizaciones documentó entre el 7 de mayo y el 26 de septiembre 912 casos de personas que padecen principalmente hipertensión y diabetes, o enfermedades de alto costo como cáncer, VIH y fallo renal, cuyo tratamiento resultó afectado por el cambio en el modelo de compra de medicamentos por parte del gobierno.
Según el diagnóstico elaborado a partir de las denuncias en la plataforma No al Huachicol de Medicinas , de los 912 casos documentados casi la mitad corresponde al ISSSTE, seguido por el IMSS, que concentró una de cada cuatro denuncias, mientras que el Seguro Popular alcanzó casi 16 por ciento de los reportes.
La diabetes es la enfermedad para la que hay más reportes de desabasto de medicinas (15.3 por ciento), seguida por la hipertensión (14.3 por ciento) y el cáncer (8.6 por ciento).
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el 15 de enero su intención de "corregir" el huachicol en la compra de medicinas. Casi un mes antes dio a conocer un cambio en la estrategia de distribución de gasolinas para combatir el robo.
“Se llegó al extremo de robarse dinero de las medicinas. Todo eso lo vamos a corregir. No aceptemos la corrupción. Es el cambio más importante. No vamos a hacer negocios al amparo del poder público”, dijo el mandatario a principios del año.
En marzo, el Presidente denunció que en el sexenio pasado Grupo Fármacos Especializados, Farmacéuticos Maypo y Distribuidora Internacional de Medicamentos y Equipo de México concentraron la venta de medicamentos al IMSS, ISSSTE, la Secretaría de la Defensa Nacional y las clínicas estatales.
El mandatario exhibió que 10 empresas acapararon casi 80 por ciento de la venta de fármacos del sector, por unos 335 mil 343 millones de pesos.
El gobierno anunció un nuevo esquema de compras a cargo de la Oficialía Mayor de Hacienda, un proceso que se desarrolló en medio de denuncias de desabasto de insumos médicos y fármacos para enfermedades de alto riesgo, como el VIH y el cáncer infantil.
“Todos los medicamentos de 2019 fueron contratados en 2018", por lo que la posible escasez se debería a una planeación deficiente, que se puede subsanar en cualquier momento, dijo la oficial mayor de Hacienda, Raquel Buenrostro, a finales de mayo.
La funcionaria negó que a nivel federal hubiera desabasto. Su argumento en aquel momento fue que la escasez en algunas zonas del país se debía a problemas locales y a que las farmacéuticas no querían vender sus productos debido al cambio de modelo de compras de gobierno.
Desde el 7 de mayo, en la plataforma digital No al Huachicol de Medicinas 18 mil 825 personas compartieron dos mil 300 historias de desabasto. De estas, 912 cuentan con información detallada y corroborada por estado, unidad médica, institución, medicamento y padecimiento.
Los casos apuntan a la falta de medicinas como atripla y efavirens, que utilizan pacientes con VIH, o bien, el metrotexato, una medicina que se utiliza para atender el cáncer en niñas y niños.
“La razón detrás del no surtimiento está en el cambio de los modelos de compra y en los procesos de negociación de las autoridades" con las farmacéuticas, señala el informe del colectivo.
Si bien considera positivo que las autoridades busquen resolver casos de corrupción e ineficiencia en la proveeduría y ministración de medicamentos, esta intención no puede poner en riesgo el derecho a la salud, o hasta el derecho a la vida, de los usuarios de los sistemas de salud.