MADRID, España.- ¿Hubo algosospechoso detrás del rescate del Banco Popular? Las interrogantessobre la compra in extremis del sexto banco español por parte desu compatriota Santander, cuando se encaminaba a la quiebra, seacumulan en España. Ayer, el ministro español de Economía, LuisDe Guindos, garantizó ante el Congreso que las reglas europeas sesiguieron “al pie de la letra” en la noche del 6 al 7 de junio,cuando se aplicó el nuevo mecanismo europeo de rescate debancos.
Destinada a proteger a loscontribuyentes de las quiebras bancarias, la operación llevada acabo en apenas unas cuantas horas culminó con la adquisición delsexto banco español por el primero, el Santander, por la sumasimbólica de un euro.
De Guindos confirmó que el Popularse quedó sin liquidez el martes 6 de junio y que no habría podidoabrir al día siguiente si no hubiera sido rescatado. Los 60 milmillones de euros en depósitos del Popular se protegieron y “niun solo euro de fondos públicos” se usó, se felicitó elministro, quien sin embargo no logró aplacar lascríticas.
El diario financiero Expansiónreveló ayer que autoridades locales retiraron su dinero delPopular antes de que fuera comprado, al igual que fondos deinversión, lo que contribuyó a la crisis de liquidez.
Dichos retiros “coincidieron en el tiempo con lasdeclaraciones públicas de las autoridades económicas nacionalesen las que se señalaba que, con la información que disponían,‘Popular cumplía los requisitos regulatorios’”, cuandotrataban de infundir confianza a los depositantes, denunció elperiódico.
BANCO ZOMBIE
Más aún, “¿cómo se mantienedurante cinco años un ‘banco zombi’? ¿Cuál ha sido el papeldel gobierno y el de las instituciones supervisoras?”, sepreguntó Pedro Saura, diputado socialista en elCongreso.
Se refería así al periodo desde elrescate europeo a los bancos españoles en 2012, rechazado por elPopular, que se desplomó por el peso de sus activos inmobiliarios“tóxicos”, acumulados desde que estalló la burbujainmobiliaria en España.
El martes, los inspectores del Bancocentral de España mostraron su sorpresa ante la estimación de laconsultora Deloitte, utilizada como base por las autoridadeseuropeas para fijar el precio de venta en un euro, y que ubicó elvalor del Popular dentro de un amplísimo rango de “menos dos milmillones de euros y menos ocho mil millones de euros”.
“Esto lleva a pensar que o losescenarios son de una diversidad extrema, o el experto no lo estanto, o no lo es su independencia”, escribieron los inspectores,que también lamentaron la “futilidad” de las pruebas deresistencia bancaria, que Popular superó en 2016.
ESPECULACIÓN
Por otra parte, ¿hubiera sidoposible detener la fuga de liquidez prohibiendo la intensaespeculación a la baja de la acción del Popular?
“Si se hubieran prohibido durantetres meses las ventas en corto, Banco Popular seguiría vivo”,estimó Roberto Tornabell, especialista en la banca de la escuelade comercio Esade.
Pero de esa manera muy probablementese hubiera necesitado de un rescate público, generando unescándalo que no podía permitirse el gobierno minoritario deMariano Rajoy, que esta semana enfrentó una moción de censura delpartido de izquierda radical Podemos, indicó Tornabell.
En paralelo, Banco Santander estudiacompensaciones para ciertos pequeños accionistas, que perdierontoda su inversión. El banco corre el riesgo de enfrentar miles deacciones judiciales: dos demandas fueron presentadas en España, yotras se preparan en Estados Unidos.