En sus primeros dos años, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador gastará nueve de cada 10 pesos que había en el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP).
Al inicio de esta administración había 297 mil 770 millones de pesos en ese fondo creado en diciembre del año 2000 con una aportación inicial de nueve mil 133 millones de pesos. Su finalidad es compensar faltantes en el gasto derivados de una menor recaudación.
Del saldo que se acumuló con los ingresos excedentes de ejercicios fiscales pasados, el gobierno federal tomó el año pasado alrededor de 125 mil millones de pesos para cubrir faltantes en el gasto.
Aunque las reglas del fondo no permiten conocer el destino específico de los recursos, cerca de 20 mil millones de pesos se usaron para comprar la cobertura petrolera de 2020, un seguro para garantizar que el precio de venta de una parte de las exportaciones de petróleo que hace México se mantengan en 49 dólares por barril.
Para este año, la Secretaría de Hacienda usará 128 mil 544 millones de pesos más del FEIP para compensar un boquete fiscal de 297 mil millones de pesos que provocará la crisis sanitaria por el Covid- 19 en las finanzas públicas, esto de acuerdo con los Precriterios de Política Económica para 2021, enviados el miércoles al Congreso.
Así, al cierre de este año quedarán en ese fondo 30 mil millones de pesos para “hacer frente a alguna otra contingencia”, precisa el documento presentado por la dependencia a cargo de Arturo Herrera.
El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró en su conferencia de ayer que la crisis será transitoria, vamos a salir pronto, no es una debacle, dijo.
Para los analistas, ante la magnitud del impacto el gobierno debe enfocarse en dar mayor apoyo a las empresas y redireccionar el gasto para dar confianza y que la reactivación económica sea más rápida con inversiones privadas.
“La importancia de que haya estímulos fiscales y económicos en estos momentos es para dar certeza a la empresas, a los agentes económicos y a los trabajadores. También para evitar que haya una recuperación lenta y que los estragos se sigan viendo en los próximos trimestres o hasta 2021”, comentó en videoconferencia Alejandro Saldaña, economista en jefe del banco Ve por Más (BX+).
En un análisis, Intercam apuntó que el aumento en el déficit fiscal y en los requerimientos de financiamiento empujarán a la deuda total del sector público hacia 50 por ciento del PIB en los próximos años. Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco BASE, recordó que los gobiernos están anunciando medidas de política fiscal expansiva para contrarrestar los efectos del coronavirus, con lo que se espera un mayor endeudamiento público a nivel global.
Recomendó que se incremente la deuda como proporción del PIB en dos o tres puntos porcentuales para reactivar a la economía y se redireccionen recursos para proteger empleos.
“Si se desea aminorar los efectos y sentar las bases para una rápida recuperación se debe cuidar el empleo, sobre todo de las industrias que se están viendo seriamente afectadas. Con información de Sarahi Uribe
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