Durante el gobierno de Felipe Calderón el Aeropuerto de Toluca recibió inversiones para su ampliación por mil millones de pesos, con lo que se pretendió fuera una alternativa al AICM; sin embargo, con la desaparición de Mexicana de Aviación en 2008, y el abandono de la terminal de Aeroméxico y Volaris, Toluca fue quedando relegado en cuanto a tránsito de pasajeros para no poder levantar vuelo desde entonces. Según el actual gobierno, la Terminal será utilizada junto con Santa Lucía para solucionar los problemas de tráfico aéreo en el Valle de México.