De acuerdo con estimaciones de la Universidad de Cambridge, el proceso para crear la criptomoneda Bitcoin consume al año 98.2 terawatts por hora; esto es más que el consumo anual de naciones como Finlandia, Chile, Dinamarca o el equivalente al 61% del requerimiento eléctrico anual de la Ciudad de México. Según Cambridge, el consumo eléctrico de las granjas de Bitcoin en el mundo ha crecido 4 mil 845% desde el 2015 a partir de los 2 terawatts por hora que consumía en ese entonces; esto, debido al crecimiento del poder computacional y de refrigeración que se está utilizando en dicha industria. El impacto ambiental por su consumo energético así como la basura electrónica generada por el Bitcoin está ocupando cada vez más la atención de la prensa y grupos ambientalistas.