El año pasado, la economía mexicana creció dos por ciento, lo que representó su menor incremento en los últimos cinco años, un dato que fue considerado “decepcionante” por algunos bancos con operaciones en el país.
Sin embargo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que durante su sexenio el país va a crecer el doble.
"Mi propuesta es que vamos a crecer al doble en el sexenio, al cuatro por ciento, de lo que se creció en 36 años de política neoliberal o neoporfirista, el doble", dijo en su conferencia mañanera.
Según la Estimación Temprana del Producto Interno Bruto, que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la desaceleración en la actividad económica del año pasado fue provocada principalmente por una baja en la actividad industrial, que incluye al sector manufacturero, la construcción y el ramo minero.
Aunque el sector terciario, es decir, el consumo y los servicios, tuvieron un repunte de 2.9 por ciento y se mantienen como la palanca de desarrollo del país, presentaron una desaceleración al compararlo con el resultado de 2017.
El banco Ve Por Más precisó que sólo entre octubre y diciembre del año pasado, el repunte en el PIB fue de 1.8 por ciento con cifras originales, por debajo del consenso de los analistas que esperaban un alza de dos por ciento.
El resultado fue provocado por el ramo industrial, puesmostró una contracción anual de 0.6 por ciento en ese lapso.
Para Joan Enric Domene, analista de Invex, el comportamiento lento en la industria mexicana se debe a la volatilidad internacional, provocada por la salida del Reino Unido de la Unión Europea y la guerra comercial con entre Estados Unidos y China, a lo que se sumó a la alta incertidumbre local por la transición en la Presidencia de la República.
En el lado contrario de la balanza, detalla la institución financiera, el consumo crece a un ritmo mayor que el resto de la economía, al expandirse 2.9 por ciento.
Aunque el crecimiento del consumo es más fuerte que la economía en general, Scotianbank advirtió que este ramo “siguió perdiendo fuerza”.
“Estas condiciones confirman que una menor confianza empresarial y mayores precios de ciertas materias primas habrían inducido un débil ritmo de inversión, mientras que la moderación en la creación de empleo y en los salarios podrían haber generado mayor cautela en el gasto del consumidor”, detalló.
SE NUBLA EL PANORAMA
El Banco de México (Banxico) advirtió que el comportamiento de la economía mexicana en este año no será mucho mejor que el de 2018.
La baja en las expectativas del crecimiento económico mundial y la probabilidad de un recrudecimiento en las guerras comerciales, así como la incertidumbre interna sobre la efectividad de los planes del actual gobierno federal para impulsar la economía serán factores que pesarán sobre el comportamiento del Producto Interno Bruto nacional durante este año, reconoció el instituto central.
En su Programa Monetario 2019, alertó que los factores de riesgo principales al interior del país son “los elementos de incertidumbre interna sobre la efectividad de las políticas públicas para dinamizar a la inversión, incrementar la productividad y propiciar mayor crecimiento”.
Entre estos riesgos destaca que el peso se vea presionado por factores externos o internos, que persistan presiones en el precio de productos agropecuarios o que vuelvan a subir los costos energéticos.
En el plano internacional, abundó, la contracción generalizada en las previsiones para el crecimiento de la economía global y los riesgos de que no se resuelvan las controversias comerciales entre Estados Unidos y China, sumado a un menor apetito por riesgo en los mercados financieros globales, también serán factores que pueden jugar contra del desarrollo.
Al anuncio del Banxico se suman las previsiones de actores de los sectores público y privado.
El primero de ellos fue el Bank of America Merril Lynch, que disminuyó su estimación de dos a uno por ciento, al que siguió el Fondo Monetario Internacional que prevé un crecimiento de 2.1 por ciento.
Además, Invex también pronosticó un menor desempeño económico, al esperar un repunte de dos puntos porcentuales.
"Para este año revisamos marginalmente a la baja el crecimiento del PIB. Esperamos que los firmes fundamentales del consumo seguirán apoyando la demanda interna, aunque un escenario menos propicio para la inversión y el comercio externo inclinan el balance de riesgos a la baja", detalló.