/ lunes 27 de septiembre de 2021

Impuesto rosa: el extra que mantiene a las mujeres con menos ingresos

En promedio ellas gastan 27 mil pesos anuales más que los hombres por comprar los mismos productos, de acuerdo con el sitio Ax the pink tax

Las mujeres enfrentan la vida con disparidad laboral y condiciones laborales que las ponen en desventaja, como la informalidad o menores salarios, a lo que se suma el llamado impuesto rosa.

De acuerdo con el sitio Ax the pink tax (corta el impuesto rosa), una mujer gasta mil 351 dólares más cada año “sólo por ser mujer”.

“Cuesta más ser mujer. No es broma. Se llama impuesto rosa. Por este impuesto, la mujer promedio puede pagar mil 351 dólares cada año. Sólo por ser mujer. Es momento de recuperar lo que es tuyo”, señala el sitio en su mensaje de bienvenida.

Este término está relacionado con los productos y servicios que son más caros para ellas, o bien, que son exclusivos para el sector femenino, como insumos relacionados con la higiene menstrual, servicios médicos, e incluso seguros de gastos médicos mayores.

La Biblioteca del Congreso Nacional de Chile (BCN) explica que el pink tax, debe entenderse no propiamente como un impuesto, sino como un sobreprecio aplicado por estrategias mercadológicas, consecuencia de la estrecha vinculación entre la mujer y el hogar, lo que explicaría su mayor peso en las decisiones de compra. Al ser más activas las mujeres en el mercado las convierte en un objetivo perfecto para las estrategias de consumo.

Generalmente los productos asociados con la higiene personal de la mujer son los que registran pink tax, mismos que pueden sustituirse por algún otro neutro, incluso, por productos similares para hombres.

De acuerdo con la Profeco, este mayor precio también se debe a que las marcas invierten más dinero en la presentación de sus productos, empaque, diseño y publicidad, por estar dirigidos a mujeres.

Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), señaló que el pink tax es un sobrecosto en los artículos dirigidos a las mujeres y podría tener un impacto en el poder de compra de las mujeres.

“Este es un tema muy interesante, es un tema global. Con base en análisis de Profeco, el sobreprecio tiene que ver con una cuestión de marketing, de empaque, diseño, publicidad y todo lo necesario para llegar a las mujeres, que somos las principales consumidoras de los hogares”, comenta Masse.

El impuesto rosa es considerado como “violencia” contra las mujeres, según la senadora veracruzana por Morena, Gloria Sánchez Hernández.

En una conferencia de prensa en octubre de 2019, la legisladora promovió un Punto de Acuerdo a fin de visibilizar, combatir y sancionar la imposición del pink tax.

Para la senadora, que los costos sean más altos en productos similares para las mujeres en comparación con lo que pagan los hombres es una forma de violencia a la mujer debido a que causa daño económico al género femenino.

En el mercado mexicano, la Profeco ha señalado que los productos de color rosa dirigidos a mujeres son hasta 17 por ciento más caros en comparación con los productos “azules” para los hombres, en artículos de igual función, como pueden ser shampos, rastrillos, cremas, desodorantes y hasta la ropa.

En este sentido, Sánchez Hernández detalla que, si bien es cierto que existen productos con especificaciones para cada sexo, también existen algunos casos que lo único que cambia es el color de la etiqueta o el personaje que acompaña la marca.

Distintos estudios del Departamento de Aspectos del Consumidor han demostrado que en productos de belleza como rastrillos o shampoos las mujeres pagan entre 52 por ciento y 264 por ciento más que los hombres, lo cual pone en una posición de desventaja a las consumidoras femeninas.

“Los hechos expuestos también dan constancia de estereotipos que no corresponden a una sociedad inclusiva, incluyente y respetuosa de los derechos humanos, por lo que deben ser combatidas con prontitud y eficacia,” declaró la Senadora por el estado de Veracruz.

El Punto de Acuerdo presentado exhortó a la Profeco a llevar a cabo acciones para visibilizar, combatir y sancionar la imposición del “impuesto rosa” que se aplica a algunos productos dirigidos para mujeres y niñas, y que son una forma de discriminación de género.

“Si no combatimos la violencia y discriminación en las cosas más cotidianas, no será posible terminar con las prácticas machistas de nuestra sociedad”, concluyó.

En este sentido, Fátima Masse coincide en que la política pública debe orientarse hacia obligar a las empresas a generar información sobre sus productos para que las mujeres tengan acceso a compras informadas.

A esto se suman las condiciones de salud, como el cáncer de mama, el cervicouterino, y hasta las enfermedades hormonales, lo que encarece el costo de los seguros de gastos médicos mayores y la atención médica.

De acuerdo con el simulador de seguros de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), en promedio, el seguro de gastos médicos mayores para una mujer de 30 años, con un deducible de hasta 13 mil 500 pesos es 38 por ciento más caro que para un hombre.

Esto significa que ellas pagan en promedio ocho mil pesos más cada año por contar con este tipo de servicios.

“Los seguros médicos son más caros porque la esperanza de vida de las mujeres es mayor. En el caso de los seguros, el tema de la maternidad juega un rol importante, porque es una cobertura más cara y para muchos seguros es uno de los principales gastos, porque la mayoría de las mujeres que tienen la cobertura la usan”, menciona la especialista del Imco.

Añadió que a los costos de la maternidad se suman las enfermedades a las que tienen propensión las mujeres.

PASOS PEQUEÑOS Y LENTOS

A tres años de distancia de la conferencia de prensa de la senadora Gloria Sánchez Hernández, pareciera que la Secretaría de Hacienda escuchó el mensaje, pues la Miscelánea Fiscal de 2022 integra la propuesta de retirar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los productos destinados a la higiene femenina.

De acuerdo con el documento, que forma parte del Paquete Económico 2022, las mexicanas y los mexicanos tienen derecho a un cuidado a la salud homogéneo, pero los productos de cuidado destinados para el ciclo menstrual sólo son utilizados por las mujeres, lo que genera un desbalance para su economía.

Por ello, la Secretaría de Hacienda propuso eliminar en 2022 el IVA que se cobra a estos productos, que actualmente tienen una tasa de 16 por ciento.

"Para atender este proceso natural, existen en el mercado productos sanitarios, como son las toallas, los tampones y copas sanitarias para su uso menstrual. El gravar estos productos que atienden la menstruación significa que este impuesto tiene una incidencia económica en las mujeres por su condición biológica y natural del género femenino", detalla el documento.

Además, este impuesto rosa tiene un mayor impacto entre las mujeres de escasos recursos, porque no pueden comprar este tipo de productos y ello pone en riesgo su higiene personal y salud.

“Un amplio sector de la población corresponde a mujeres en situación de pobreza que no cuentan con recursos económicos para adquirir dichos productos, por ejemplo, las niñas y adolescentes que habitan en zonas marginadas del país, lo cual incluso perjudica su rendimiento escolar cuando no les es posible acudir a las escuelas”, agrega la dependencia.

Este punto está pendiente de ser aprobado por los legisladores del país.

“Lo que busca el SAT es corregir esos desbalances porque son productos que compran las mujeres y es una cuestión de necesidad como lo sería un alimento o un medicamento. Entonces, no necesariamente tendría que estar gravado, y al estar gravado afectan directamente a las personas que compran esos productos como una cuestión de necesidad”, mencionó Masse.

Sin embargo, México no es, ni de lejos, el primer país en tomar iniciativas como esta en favor de la economía de la mujer.

El primer país que tiene registro de abolir los impuestos a los productos de higiene femenina es Kenia, que lo eliminó en 2004. El ejemplo fue seguido por Canadá en 2015 y Australia, el año pasado. El Reino Unido también tomó esta iniciativa, pero todavía no se aplica, debido a las consecuencias económicas que tuvo su salida de la Unión Europea.

Incluso, nueve estados de Estados Unidos no cobran este impuesto a las mujeres.


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De acuerdo con el sitio Ax the pink tax (corta el impuesto rosa), una mujer gasta mil 351 dólares más cada año “sólo por ser mujer”.

“Cuesta más ser mujer. No es broma. Se llama impuesto rosa. Por este impuesto, la mujer promedio puede pagar mil 351 dólares cada año. Sólo por ser mujer. Es momento de recuperar lo que es tuyo”, señala el sitio en su mensaje de bienvenida.

Este término está relacionado con los productos y servicios que son más caros para ellas, o bien, que son exclusivos para el sector femenino, como insumos relacionados con la higiene menstrual, servicios médicos, e incluso seguros de gastos médicos mayores.

La Biblioteca del Congreso Nacional de Chile (BCN) explica que el pink tax, debe entenderse no propiamente como un impuesto, sino como un sobreprecio aplicado por estrategias mercadológicas, consecuencia de la estrecha vinculación entre la mujer y el hogar, lo que explicaría su mayor peso en las decisiones de compra. Al ser más activas las mujeres en el mercado las convierte en un objetivo perfecto para las estrategias de consumo.

Generalmente los productos asociados con la higiene personal de la mujer son los que registran pink tax, mismos que pueden sustituirse por algún otro neutro, incluso, por productos similares para hombres.

De acuerdo con la Profeco, este mayor precio también se debe a que las marcas invierten más dinero en la presentación de sus productos, empaque, diseño y publicidad, por estar dirigidos a mujeres.

Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), señaló que el pink tax es un sobrecosto en los artículos dirigidos a las mujeres y podría tener un impacto en el poder de compra de las mujeres.

“Este es un tema muy interesante, es un tema global. Con base en análisis de Profeco, el sobreprecio tiene que ver con una cuestión de marketing, de empaque, diseño, publicidad y todo lo necesario para llegar a las mujeres, que somos las principales consumidoras de los hogares”, comenta Masse.

El impuesto rosa es considerado como “violencia” contra las mujeres, según la senadora veracruzana por Morena, Gloria Sánchez Hernández.

En una conferencia de prensa en octubre de 2019, la legisladora promovió un Punto de Acuerdo a fin de visibilizar, combatir y sancionar la imposición del pink tax.

Para la senadora, que los costos sean más altos en productos similares para las mujeres en comparación con lo que pagan los hombres es una forma de violencia a la mujer debido a que causa daño económico al género femenino.

En el mercado mexicano, la Profeco ha señalado que los productos de color rosa dirigidos a mujeres son hasta 17 por ciento más caros en comparación con los productos “azules” para los hombres, en artículos de igual función, como pueden ser shampos, rastrillos, cremas, desodorantes y hasta la ropa.

En este sentido, Sánchez Hernández detalla que, si bien es cierto que existen productos con especificaciones para cada sexo, también existen algunos casos que lo único que cambia es el color de la etiqueta o el personaje que acompaña la marca.

Distintos estudios del Departamento de Aspectos del Consumidor han demostrado que en productos de belleza como rastrillos o shampoos las mujeres pagan entre 52 por ciento y 264 por ciento más que los hombres, lo cual pone en una posición de desventaja a las consumidoras femeninas.

“Los hechos expuestos también dan constancia de estereotipos que no corresponden a una sociedad inclusiva, incluyente y respetuosa de los derechos humanos, por lo que deben ser combatidas con prontitud y eficacia,” declaró la Senadora por el estado de Veracruz.

El Punto de Acuerdo presentado exhortó a la Profeco a llevar a cabo acciones para visibilizar, combatir y sancionar la imposición del “impuesto rosa” que se aplica a algunos productos dirigidos para mujeres y niñas, y que son una forma de discriminación de género.

“Si no combatimos la violencia y discriminación en las cosas más cotidianas, no será posible terminar con las prácticas machistas de nuestra sociedad”, concluyó.

En este sentido, Fátima Masse coincide en que la política pública debe orientarse hacia obligar a las empresas a generar información sobre sus productos para que las mujeres tengan acceso a compras informadas.

A esto se suman las condiciones de salud, como el cáncer de mama, el cervicouterino, y hasta las enfermedades hormonales, lo que encarece el costo de los seguros de gastos médicos mayores y la atención médica.

De acuerdo con el simulador de seguros de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), en promedio, el seguro de gastos médicos mayores para una mujer de 30 años, con un deducible de hasta 13 mil 500 pesos es 38 por ciento más caro que para un hombre.

Esto significa que ellas pagan en promedio ocho mil pesos más cada año por contar con este tipo de servicios.

“Los seguros médicos son más caros porque la esperanza de vida de las mujeres es mayor. En el caso de los seguros, el tema de la maternidad juega un rol importante, porque es una cobertura más cara y para muchos seguros es uno de los principales gastos, porque la mayoría de las mujeres que tienen la cobertura la usan”, menciona la especialista del Imco.

Añadió que a los costos de la maternidad se suman las enfermedades a las que tienen propensión las mujeres.

PASOS PEQUEÑOS Y LENTOS

A tres años de distancia de la conferencia de prensa de la senadora Gloria Sánchez Hernández, pareciera que la Secretaría de Hacienda escuchó el mensaje, pues la Miscelánea Fiscal de 2022 integra la propuesta de retirar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los productos destinados a la higiene femenina.

De acuerdo con el documento, que forma parte del Paquete Económico 2022, las mexicanas y los mexicanos tienen derecho a un cuidado a la salud homogéneo, pero los productos de cuidado destinados para el ciclo menstrual sólo son utilizados por las mujeres, lo que genera un desbalance para su economía.

Por ello, la Secretaría de Hacienda propuso eliminar en 2022 el IVA que se cobra a estos productos, que actualmente tienen una tasa de 16 por ciento.

"Para atender este proceso natural, existen en el mercado productos sanitarios, como son las toallas, los tampones y copas sanitarias para su uso menstrual. El gravar estos productos que atienden la menstruación significa que este impuesto tiene una incidencia económica en las mujeres por su condición biológica y natural del género femenino", detalla el documento.

Además, este impuesto rosa tiene un mayor impacto entre las mujeres de escasos recursos, porque no pueden comprar este tipo de productos y ello pone en riesgo su higiene personal y salud.

“Un amplio sector de la población corresponde a mujeres en situación de pobreza que no cuentan con recursos económicos para adquirir dichos productos, por ejemplo, las niñas y adolescentes que habitan en zonas marginadas del país, lo cual incluso perjudica su rendimiento escolar cuando no les es posible acudir a las escuelas”, agrega la dependencia.

Este punto está pendiente de ser aprobado por los legisladores del país.

“Lo que busca el SAT es corregir esos desbalances porque son productos que compran las mujeres y es una cuestión de necesidad como lo sería un alimento o un medicamento. Entonces, no necesariamente tendría que estar gravado, y al estar gravado afectan directamente a las personas que compran esos productos como una cuestión de necesidad”, mencionó Masse.

Sin embargo, México no es, ni de lejos, el primer país en tomar iniciativas como esta en favor de la economía de la mujer.

El primer país que tiene registro de abolir los impuestos a los productos de higiene femenina es Kenia, que lo eliminó en 2004. El ejemplo fue seguido por Canadá en 2015 y Australia, el año pasado. El Reino Unido también tomó esta iniciativa, pero todavía no se aplica, debido a las consecuencias económicas que tuvo su salida de la Unión Europea.

Incluso, nueve estados de Estados Unidos no cobran este impuesto a las mujeres.


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