El 24 de enero, la Cámara de Diputados aprobó reformas a la NOM 051 de la Secretaría de Salud, para que todo producto comestible procesado ofrezca un etiquetado nutrimental simplificado, que permita al consumidor identificar de forma rápida aquellos productos con exceso de nutrientes críticos: azúcares, grasas trans y saturadas, sodio y contenido energético. Aun cuando ya se aprobó, el tema sigue suscitando reacciones y debate entre la industria alimenticia, nutriólogos y activistas.
- Carlos labastida, Coordinador del Programa Universitario de Alimentos, UNAM
“Con este sistema, la gente será consciente de que el consumo más o menos constante de dichos productos le puede ocasionar, a la larga, problemas de salud, y podrá decidir si los compra o no, sin necesidad de hacer un análisis detallado de los gramos de cada nutrimento que contiene cada porción o envase”.
- Aschoco, (Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolates, Dulces y Similares)
“El modelo de advertencia planteado no permite el desarrollo de las capacidades de razonamiento sobre la cantidad de nutrimentos a los que está siendo expuesto un consumidor”.
- Marcos Galván, Investigador de nutrición de la Universidad Autónoma de Hidalgo
“La medida es buena, pero no es sólida ni ataca el problema de raíz y a la larga, podría traer problemas colaterales. La industria alimenticia buscará ahora que los ingredientes que se usaban y que se sabía qué eran, hoy están siendo sustituidos por otros químicos que no se sabe qué son y de los que se desconocen los efectos que van a tener a largo plazo en la salud”.
- Christian Skoog, Representante de Unicef en México
“El nuevo etiquetado frontal de advertencia para alimentos y bebidas alcohólicas en México será uno de los mejores del mundo por su claridad, sencillez e información. Contempla las mejores experiencias internacionales y la evidencia científica más actualizada y relevante, por lo que podría incluso convertirse en un ejemplo para otros países que atraviesan este proceso de lucha contra el sobrepeso y la obesidad”.
- Canainpa, Consejo Mexicano de la Carne, ConMéxico, Canilec, Canacintra
“El nuevo etiquetado no resolverá el problema de obesidad, si éste no va acompañado de una campaña de educación, ya que no se cuenta con fundamentos científicos para el nuevo esquema que se propone”.
- Ernesto Salinas, Gerente de asuntos regulatorios y científicos de Nestlé México.
“En el proyecto de NOM no se detecta que, después de su entrada en vigor, exista una disposición que permita desplazar los inventarios de etiquetas, que en algunos casos pueden tomar hasta 3 años”.
- Alejandro Calvillo, El Poder del Consumidor
“La industria busca crear confusión entre la población sobre la norma oficial mexicana (NOM) 051. Las consideraciones de los empresarios para no aceptar el nuevo modelo son: no hay precedente, tendrá enormes costos, va contra las reglas de comercio, entre otras. La industria argumenta que el nuevo etiquetado, con sellos negros como advertencia sobre el contenido de azúcares, grasas trans y saturadas, sodio y calorías, podría costarles alrededor de 6 mil millones de pesos, pero las ventas de varias compañías superan 160 mil millones de pesos”.