La planta de ensamble automotriz Nissan que se ubica en el parque industrial Civac en el municipio de Jiutepec ha parado labores desde el mes de agosto pasado debido a un desabasto de material para el armado de las computadoras los vehículos que ahí se producen.
La escasez de este material, que son chips semiconductores, se agravó en el mes de septiembre y tuvieron que parar por completo los trabajos, incluso durante una semana, aunque poco a poco los fueron retomando para continuar con la fabricación de vehículos.
“La planta no está para cerrar por este problema de semiconductores, sí hemos parado, sí está complicada la situación, pero no al grado que por este motivo pueda parar o cerrar la planta. Entonces, hemos tenido un problema de abasto que no es exclusivo de la planta de Nissan Civac, ya que es un problema a nivel nacional y mundial”, dijo Jesús Abundes, líder sindical de Nissan Morelos.
Explicó que lo mismo ha pasado en las plantas de Volkswagen , Audi y otras más con las que mantiene contacto sindical que han pasado por el mismo problema.
“Las principales plantas que abastecen a la industria automotriz están en Asia, en Tailandia, China entre otros puntos de esa zona. Todo es una repercusión de la pandemia, ya que esas fábricas pararon también actividades y se está repercutiendo hasta este momento por la falta de esas partes”.
Actualmente, Nissan Morelos está parando labores los días jueves y viernes en su planta o área número dos donde se produce la camioneta NP300, mientras que la planta número uno donde se fabrica el Versa sigue trabajando con normalidad.
Los chips semiconductores son las partes electrónicas que se ensamblan en las computadoras y radios de los automóviles para que éstos puedan funcionar. Actualmente, con la digitalización de los autos, estos operan cien millones de códigos.
Este fenómeno provocó que en el primer semestre del año se dejarán de producir poco más de 240 mil automóviles en México. La Industria Nacional de Autopartes esperaba que la escasez terminará en el segundo semestre, pero no ha sido así.
La industria automotriz no es la única consumidora de estos microchips, pues también son utilizados en la fabricación de celulares, computadoras, videojuegos entre otros.