Con 46 años recién cumplidos en la banca, Luis Niño de Rivera asegura categórico que en México "estamos a años luz de una crisis". Hay finanzas públicas sanas, una política fiscal prudente, un tipo de cambio estable, inflación bajísima y un entorno internacional lleno de oportunidades, lo que falta es que el gobierno dé mayor claridad y confianza a los inversionistas, pero en particular a los del sector energético, dice el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).
En entrevista con El Sol de México, señala que esas reglas van a detonar las inversiones que se necesitan para que el Producto Interno Bruto crezca infinitamente más que el año pasado. “Necesitamos mayor claridad y confianza, reglas de largo plazo para que el inversionista tenga la confianza y ponga su dinero en los proyectos que considere viables. Eso es lo que está haciendo falta”.
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El banquero que inició su carrera en el sector el 18 de febrero de 1974 y quien vivió de cerca las crisis de la banca y de la economía en su conjunto recuerda que éstas han sido por exceso de deuda pública, de endeudamiento de las empresas y de personas, por mal manejo de la política fiscal y por niveles de inflación elevadísimos. “Nada de eso tenemos. Tenemos grandes oportunidades para que la economía retome su crecimiento".
Se le pregunta por el desempleo y los riesgos que esto significa para la banca, pero sale al paso al señalar que el año pasado aumentaron los empleos, aunque no al nivel que se quisiera. También subieron los salarios reales y la economía creció en varios frentes: las exportaciones, el consumo. Lo que no está creciendo es la inversión fija bruta, está parada y es la que se tiene que reactivar.
“Estados como Tlaxcala, Querétaro, Guanajuato y Aguascalientes crecieron sustancialmente y otros se contrajeron, como Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Yucatán. Campeche porque vive del petróleo, igual que Tabasco, entonces no todo está igual, hay grandes oportunidades. Hay algo que es paradójico, la industria automotriz se cayó el año pasado 7.8 por ciento y el crédito automotriz creció ocho por ciento. El negocio de la construcción se contrajo 10 por ciento, pero el crédito hipotecario en la banca creció 11 por ciento".
¿Explíqueme por qué?, pregunta el también presidente de Banco Azteca, y él mismo responde. “Todo mundo está preocupadísimo, ¿por qué? Hay más demanda por hipotecas porque hubo incremento en los salarios reales, porque hubo estabilidad en muchos empleos, porque hay un déficit de casi seis millones de viviendas en el país, porque las tasas de interés están a niveles bajísimos”.
¿Coincide con el Presidente en el sentido de que no hay crecimiento, pero sí desarrollo?
No sé de dónde saca usted eso. Para el Presidente desarrollo es que más personas tengan mejor calidad de vida. Hay más desarrollo en ciertas regiones, en ciertos sectores de la población, eso está bien, le hace falta al país. Con los apoyos sociales que tiene en sus programas está ayudando a casi 20 millones de personas, en parte eso mejora la demanda de ciertos productos y servicios, mejoran las ventas, el consumo, las hipotecas.
Ahora, el crecimiento fue cero, pero el Producto Interno Bruto es un promedio, unas partes de la economía y del país crecieron y otras se contrajeron. Tenemos que enfocarnos en éstas para que toda la economía se levante.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pintó un escenario difícil este año para la economía gobal y de México. ¿Qué espera la la ABM?
Yo estoy viendo una imperiosa necesidad de que el gobierno defina las reglas de inversión en el sector energético porque va a detonar una cantidad de inversiones muy relevante y que son las que se necesitan para que el Producto Interno Bruto crezca infinitamente más de lo que creció el año pasado. Necesitamos mayor claridad y confianza, no sólo con esas reglas, sino con sus aplicaciones, que sean claras y de largo plazo para que el inversionista tenga la confianza y pueda poner su dinero en los proyectos que considere viables. Eso es lo que está haciendo falta.
Claridad… Claridad y consistencia.
¿En la cartera de crédito qué anticipan para este año?
Al principio del año sigue creciendo, el año pasado lo hizo en 2.1 por ciento en términos reales y seguimos con esa tendencia. Sigue la demanda por uso de tarjetas de crédito, que es parte del consumo, por bienes de consumo, por crédito de nómina, el automotriz y el hipotecario. Lo que no está creciendo es el crédito a las empresas, sobre todo las grandes, el crédito a las pymes y mipymes, sobre todo, sí creció el año pasado, y nosotros vemos una imperiosa necesidad de que la inversión fija bruta se levante y esa es la que no está funcionando.
¿El año pasado se anunció un Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura del Sector Privado, pero en este momento no hay una obra en marcha o si?
Esa es una pregunta que le debe hacer a Carlos Salazar, del Consejo Coordinador Empresarial. Nosotros financiamos, tenemos 620 mil millones de pesos listos.
RUMBO A LA CONVENCIÓN
A unos días del inicio de la edición 83 de la Convención Bancaria Prosperidad para todos en la era digital, Niño de Rivera Lajous destaca dos frentes como los más relevantes en su primer año al frente de la ABM. Uno de estos es aprovechar un momento histórico que es la transición del mundo analógico al mundo digital.
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El otro, destaca, "es que hemos desarrollado una agenda social en la ABM para voltear a segmentos de la economía y regiones del país que no estábamos atendiendo. Eso es igual de relevante o más que la parte tecnológica".
A la pregunta de si la agenda está relacionada con el cambio de gobierno, Niño de Rivera responde que éste fue un reflejo del estado de la nación. "Hay un reclamo en materia de servicios financieros, de inclusión financiera. Es algo que ya estaba atendiendo la banca, ahora lo estamos acentuando, creciendo. El cambio de gobierno por sí solo no es lo que detona , sino la demanda del mercado, de la población, y a eso respondemos y hemos respondido.
La banca, dice, estaba al tanto de esa necesidad y por eso ahora hay siete u ocho bancos (de los 51 que integran la ABM) orientados a las personas de ingresos medios y bajos, una cantidad que hace 15 años no había. Es el caso de Banco Compartamos, Bancoppel, Banco Ahorro Famsa, Forjadores, Banco PagaTodo, Consubanco, Banco Azteca, además de que grandes bancos como BBVA también tienen interés en este negocio.
En el tema de las comisiones, Niño de Rivera dice que desde el 9 de noviembre de 2018, un día después de que el legislador Ricardo Monreal presentó una iniciativa en esa materia hay un diálogo abierto con el Senado, en particular con la Comisión de Hacienda. Con el Banco de México han trabajado en la depuración y transparencia de estos cobros. "Estamos reduciendo el número de comisiones de manera sustancial".
El avance digital permite ofrecer servicios que antes en sucursales costaban o cuestan dinero. Sin embargo, el banquero reconoce que todavía, en una fila de una sucursal casi la mitad de las personas va a pedir el saldo de su cuenta y eso cuesta, mientras que en la aplicación es gratis. "No lo entiendo. A eso nos dedicamos todos los días, a rogarle a la gente que baje la aplicación".
¿La gente se aferra al uso de efectivo?
Cultura, tradición, desconfianza, desconocimiento, miedo, no lo sé. Todas esas son razones reales.
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