Al menos 91 aviones de las principales aerolíneas mexicanas han estado impedidos o subutilizados para volar a Estados Unidos desde hace más de un año, tras la degradación de México a Categoría 2 en seguridad aérea por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés).
Heriberto Salazar, presidente del Colegio de Pilotos Aviadores de México, refirió que se trata de 40 aeronaves de Aeroméxico, 36 de Volaris y unas 15 de Viva Aerobus, que tienen la posibilidad de llegar a más destinos del vecino país del norte y que no han podido.
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En conferencia de prensa para presentar la Semana de la Aviación, el directivo dijo que de los vuelos comerciales entre ambos países actualmente las aerolíneas estadounidenses cubren 72 por ciento y las nacionales el restante 28 por ciento que, dijo, va a la baja.
Calificó la situación de “grave” porque las aerolíneas están perdiendo competitividad e ingresos al no poder operar nuevas rutas a Estados Unidos, el principal mercado en el exterior de México.
En mayo del año pasado, la FAA degradó al país de categoría de seguridad aérea por incumplir con normas internacionales en la materia. Esta situación impide que las aerolíneas nacionales abran nuevas rutas o frecuencias desde o hacia el país del norte.
Proponen que AFAC trabaje de manera independiente
Al respecto, José Humberto Gual, secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), dijo que las autoridades, los pilotos, las aerolíneas y todo el sector en general deben trabajar con el mismo objetivo de recuperar la categoría.
Para ello propuso una nueva política en la materia en la que, indicó, la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) debe trabajar de manera independiente y con recursos propios.
Los directivos recordaron que la AFAC genera alrededor de dos mil millones de pesos al año, lo que le permitirían ser autosustentable, sin embargo, tiene que dar todos esos recursos a la federación y, a cambio, se le ha asignado un presupuesto de 500 millones de pesos, la cuarta parte.
Salazar recalcó además que el rediseño del espacio aéreo que impulsó la presente administración ha afectado al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), lo que ha provocado pérdidas millonarias para los operadores.
En ese sentido, Jorge Argudí, funcionario de la Secretaria de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), confirmó que se realizará una nueva valoración del diseño del espacio aéreo así como un nuevo estudio de capacidad del AICM para solucionar los problemas de saturación en la terminal.