Hace 50 años, internet era una promesa para conectar al mundo y todas sus actividades, desde la comodidad de una computadora. Pero los alcances y el potencial de esta creación todavía están lejos de alcanzar su máximo.
En el mundo de los negocios, la red de redes es heroína y villana: es la puerta de entrada a las grandes ligas como lo fue para Jeff Bezos, quien pasó de vender libros desde el garaje de su casa, hasta convertirse en el hombre más rico del mundo, a través Amazon.
Pero internet también es la ventana para las pérdidas multimillonarias. De acuerdo con el informe Medición y Gestión de los Riesgos Cibernéticos en las Operaciones de Negocios de Tenable, una empresa especializada en ciberseguridad, 60 por ciento de las empresas en el mundo recibieron al menos dos intentos de hackeo en los últimos dos años.
Aunque es imposible cuantificar las pérdidas, hay cosas más valiosas que el dinero para las empresas y esos son los datos de sus clientes.
Compañías de la talla de la cadena de hoteles Marriot, el propio Facebook y bancos de todos los tamaños en muchas latitudes, han sufrido violaciones de seguridad que dejaron al descubierto datos sensibles de millones de personas.
LA BURBUJA PUNTOCOM
En la actualidad, el Internet de las Cosas (IoT) y la economía digital son una realidad que cada vez invade más campos, pero ésta no fue la primera oleada de empresas especializadas en la red, aunque la primera no fue exitosa.
En 1997, el Nasdaq, la bolsa neoyorkina especializada en tecnología, vio llegar a un sinfín de empresas basadas en internet. Los hombres de negocios y los inversionistas voltearon a ver a los jóvenes que creaban compañías de la nada con costos de operación sumamente bajos y promesas de ganancias espectaculares en el corto plazo.
Como toda ilusión, la burbuja reventó en 2001, ante la insostenibilidad de las empresas y la falta de experiencia de los nóveles emprendedores y algunos oportunistas que querían hacer dinero fácil.
El golpe de la burbuja puntocom se manifestó en el índice del Nasdaq, que en el año 2000 alcanzó cinco mil puntos, pero para octubre de 2002, su valor cayó a mil 300 puntos, un piso similar al de diciembre de 1996, antes de que iniciara la fiebre por las primeras empresas digitales.
UNICORNIOS AZULES
Los unicornios salieron de la mitología para convertirse en un nuevo término de negocios, que fue asignado en 2013 por Aileen Lee, fundadora de la fondeadora Cowboy Ventures.
Lee se refería a una compañía tecnológica valorada en mil millones de dólares antes de llegar a las Bolsas de Valores con la misma expectación que hace 20 años salieron las empresas puntocom a los pisos de remates.
En los últimos dieciocho meses seis compañías de este tipo llegaron a Wall Street, pero los resultados no han sido los esperados por los inversionistas.
Desde su lanzamiento, las acciones de Uber cayeron 25 por ciento, mientras que las de Lyft bajaron 46 por ciento.
Otro unicornio sin alas es el fabricante de tecnología chino, Xiaomi, pues sus títulos de han desplomado 60 por ciento, mientras que la sueca Spotify perdió 23 por ciento de su valor desde su debut.
Slack, la compañía de comunicación empresarial también está en números rojos, con una pérdida de 40 por ciento.
Sólo Pinterest se salva, con un alza cercana a 10 por ciento.
BANCA EN LÍNEA
Otro de los aspectos que se revolucionaron con el internet fue el concepto de la banca. Hoy las sucursales están a la baja, mientras que la inversión en tecnología y aplicaciones va en aumento, especialmente en un entorno en el que las financieras tecnológicas, conocidas como fintech, apuestan a brindar servicios sólo a través de la red.
En México, existen alrededor de 400 fintech, lo que representa un crecimiento de 2.5 veces en relación con el número que existía de estas empresas en el país hace tres años, según estimaciones de la calificadora Moody’s.
Según un reporte de Santander y Endeavor México, estas empresas generan tres mil 600 empleos directos en el país y hay “4.7 millones de usuarios registrados, de los cuales 48 por ciento es activo al mes. De 70 por ciento de las startups que han levantado capital y deuda, equivale a un total de 600 millones de dólares en los últimos cincos años”.
Este sector está en franco crecimiento, pero la aplicación del internet no se limita a esas empresas, pues el Banco de México y el sistema financiero nacional acaban de estrenar el Cobro Digital, una iniciativa que busca disminuir el uso de efectivo, que actualmente representa 99 por ciento de todas las transacciones, para que todos los pagos se realicen a través del celular.