PARÍS, Francia. (OEM-Informex).- El Gobierno alemán prepara unplan de emergencia para salvar el Deutsche Bank, la mayorinstitución financiera del Europa, cuyo eventual derrumbe podríaprovocar una crisis mayor en el sistema bancario europeo. Lainformación, revelada ayer por el semanario Die Zeit, fueinmediatamente desmentida por el portavoz del ministerio deFinanzas, Martin Jäger: “La noticia es falsa”, comentósecamente.
El periódico había afirmado que el plan que estudiaba elgobierno de la canciller Angela Merkel prevé que, en caso de unacrisis de solvencia, el Estado compraría una participación del 25por ciento del capital del banco. En relación a la capitalizaciónbursátil actual (14 mil 770 millones de euros), esa participaciónrepresentaría una inversión de 3 mil 700 millones.
“No vamos a entrar en este tipo de especulaciones ni acomentar escenarios hipotéticos”, agregó el portavoz delministerio de Finanzas.
El regulador del sector financiero germano, la Bafin, tambiéndesmintió las informaciones el semanario.
Pese a las desmentidas, los grandes actores del mercado estánpersuadidos de que, tarde o temprano, el Gobierno terminará porintervenir: “No hay que creer en la prescindencia de lasautoridades. El tema es demasiado importante para la economíaalemana como para pensar que Angela Merkel se mantendrá almargen”, declaró Andreas Utermann, responsable de inversiones enAllianz Global Investors, uno de los mayores fondos europeos degestión de activos.
La situación del Deutsche Bank se agravó por la recientedecisión de la justicia norteamericana de aplicar una multa de 14mil millones de dólares a la filial en Estados Unidos por negociosinmobiliarios dudosos realizados entre 2005 y 2007 con las famosassubprimes que provocaron la crisis de 2008. Esa sanción tomó porsorpresa a las autoridades del banco que solo habían provisionado5 mil 500 millones para hacer frente al costo del litigio.
Por su parte, el presidente del Deutsche Bank, John Cryan,también descartó la posibilidad de recibir ayuda del Estadoalemán: “No comprendo cómo alguien puede pensar que hemospedido ayuda a la canciller. Ni siquiera nos lo planteamos”,afirmó. Igualmente desechó una ampliación de capital. “Lasituación es mejor de cómo se percibe desde fuera”, aseguró enuna entrevista al diario popular Bild tras señalar que en lospasados meses se ha avanzado mucho para mejorar la situación delbanco.
La actitud reticente que mantiene Merkel por el momento derivadel escándalo que provocó la ayuda aportada en 2009, en plenacrisis financiera mundial, al Commerzbank-Dresdner Bank y elLandesbanken, así como la nacionalización de Hypo Real Estate, laprimera desde 1932. Esas prácticas son extremadamente malpercibidas en Alemania, país donde la ideología ordoliberalreinante considera que el Estado debe abstenerse de respaldar a lasempresas en mal estado.
Después de haber caído el lunes al punto más bajo desde 1983,la acción del banco se recuperó 2.04 por ciento en la bolsa deFráncfort. Ese sobresalto se debió sobre todo al anuncio de laventa de su filial británica de seguros Abbey Life en mil 100millones de euros.
El futuro del Deutsche Bank mantiene en vilo a los mediosfinancieros alemanes y a los mercados europeos, que temen unacaída comparable al derrumbe del banco estadunidense LehmanBrothers en 2008. Inquietos por el futuro del banco, los inversorescomenzaron hace meses a realizar ventas masivas que debilitaronpeligrosamente las acciones del banco.
Los títulos del Deutsche Bank perdieron 50 por ciento desdecomienzos de año y la capitalización bursátil del grupo, que erade 31 mil 200 millones de euros al 31 de diciembre de 2015 seredujo a 14 mil 700 millones en la actualidad.
Los mercados temen que la actual desconfianza de los inversorespueda precipitar una crisis de liquidez. En principio, el banco notendría ningún problema para refinanciarse gracias a su balancecolosal estimado en 1.5 billones de euros. Esa cifra representaaproximadamente 12 por ciento del PIB de la zona euro.
El problema reside en que una crisis de confianza podríadesencadenar una corrida por parte de los inversores asiáticos ylos grupos financieros norteamericanos, que poseen aproximadamente60 por ciento del capital flotante del banco. El 40 por cientorestante está en poder de las grandes instituciones financieras dela zona euro. Ese es, precisamente, el mayor peligro porque elescenario de una amenaza a la estabilidad de los bancos del áreaeuro podría precipitar una crisis sistémica en toda laregión.