Las bolsas de Asia, encabezadas por el bloque de Japón, Corea del Sur y Taiwán, se desplomaron este lunes, siguiendo las caídas globales de la pasada semana y ante los temores de una recesión en la economía Estadounidense.
El principal indicador de la Bolsa de Tokio, Nikkei se desplomó un 12 por ciento este lunes, la segunda caída porcentual de su historia.
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En Seúl el principal indicador de la Bolsa de Seúl el Kospi, cayó 8,77 por ciento tras una sesión marcada por los temores ante la caída de la Bolsa de EU.
Las Bolsas asiáticas arrancaron la jornada en números rojos afectadas por el cierre del viernes en Wall Street, que sumó su segundo retroceso después de la publicación de un informe poco favorable sobre la situación del mercado laboral estadounidense en julio, que mostró, entre otras cosas, la peor tasa de desempleo desde octubre de 2021.
Las pérdidas se agudizaron ligeramente hacia el final de la sesión ante la sensación de que los recortes de tipos en EE.UU. que la semana pasada la Reserva Federal sugirió que se producirán en septiembre puedan llegar tarde para combatir los síntomas de recesión que empieza a mostrar la primera economía mundial.
Como consecuencia, el gigante tecnológico Samsung Electronics, el valor de referencia en Corea del Sur, se contrajo hoy un 10,3 por ciento, y el también fabricante de semiconductores SK Hynix, segundo activo local por capitalización, retrocedió un 9,87 por ciento.
Naver, operador de una de las mayores plataformas en línea del país asiático, cayó un 8,93 por ciento, y la mayor acerera nacional, Posco, cerró un 11,78 por ciento a la baja.
La biofarmaceútica Samsung Biologics perdió un 2,31 por ciento, y el fabricante de coches número uno en Corea del Sur, Hyundai Motor, redujo su valor en un 8,2 por ciento, al tiempo que su subsidiaria Kia Motors empeoró un 10,08 por ciento.
En menor medida, las bolsas de Hong Kong, Shanghái y Shenzhen también cerraron en cifras rojas en el que ahora se conoce como el "lunes negro", con pérdidas respectivas del 1,46, el 1,54 y el 1,85 por ciento.
El impacto amortiguado en estos bloques se debe en parte al carácter predominantemente doméstico sobre todo de las bolsas de China continental, y a la subida del yuan, la divisa nacional, que permitiría al banco central de la segunda economía mundial más margen para la flexibilización monetaria.
Así, el yuan se revalorizó hoy frente al dólar hasta su nivel más alto en los últimos siete meses siguiendo la tendencia del yen japonés.
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Las caídas también se han extendido a los bloques del Sudeste Asiático. El peor parado fue el de Kuala Lumpur, que se desplomó por encima del 4,5 por ciento, mientras que los índices de Manila y Bangkok fueron los que mejor resistieron con caídas en torno al 2,5 por ciento.
En Australia el índice ASX 200 cayó al cierre un 3,7 por ciento, lo que situó al indicativo en su punto más bajo en los últimos dos meses
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