Los bancos se mantienen como los prestamistas dominantes en México al otorgar 62% de todos los préstamos, frente a 0.01% de las fintech.
El análisis “Fintechs fomentan la inclusión financiera, pero no desplazan a los bancos”, publicado por Moody’s, refiere que de acuerdo con Finnovista, una organización que promueve este modelo en América Latina y España, México tiene más empresas de este tipo que cualquier otro país de la región.
Hasta mayo había 394 después de crecer casi 2.5 veces desde 2016. El ecosistema fintech mexicano es ahora el más grande en América Latina, seguido de cerca por Brasil con 380.
Casi la mitad de las fintech mexicanas se concentra en préstamos y pagos. Pero esta tendencia no supone el desplazamiento de los bancos en el corto plazo.
Los bancos mantendrán su dominio en el sistema financiero al enfocarse en la parte superior de la pirámide económica, mientras que las fintechs atenderán a los segmentos no bancarizados y sub-bancarizados, señala Moody´s.
Además, regulaciones más estrictas disciplinarán la expansión de crowdfunders y plataformas electrónicas, aunque por otro lado las harán más atractivas para los inversionistas nacionales y extranjeros, incluidos los grandes bancos.
Moody’s destaca que existen en México grandes oportunidades porque los préstamos de los bancos representaban apenas 22 por ciento respecto al tamaño del PIB al cierre del año pasado, frente a un promedio latinoamericano de 43 por ciento.
“Hay muchas oportunidades para que los nuevos participantes, como fintechs, encuentren soluciones innovadoras para otorgar préstamos de manera segura a personas y pymes no bancarizadas o que no cuentan con servicios bancarios en el sector informal. La economía informal emplea a 57 por ciento de la población económicamente activa de México”.
Aunado a ello, cuatro de cada cinco empresas mexicanas son pequeñas y medianas, pero 70 por ciento no tiene acceso al crédito de los bancos y depende de fuentes más caras de financiamiento como el de sus proveedores, lo que crea oportunidades para que las fintech llenen ese vacío, destaca el análisis.