La legalización de autos chocolate afectará la venta de 6.2 millones de vehículos usados que se encuentran en el mercado nacional de forma regular, advirtió Armando Soto Armenta, presidente y director general de Kaso y Asociados.
“Hay que entender que esta importacion de vehiculos usados ilegales o en malas condiciones afecta, sobre todo, al mercado secundario (o de seminuevos). En principio, porque es una competencia desleal porque vienen a precios muy bajos, porque generan que el patrimonio de aquel consumidor, de aquel hogar, que tiene un vehículo con cierta antigüedad se vea depreciado de manera importante”, explicó durante el segundo día del Foro Automotor 2021 de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Soto Armenta señaló que la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador para regularizar los autos que entran de forma irregular al país, llamados chocolate”, genera una alteración del equilibrio en el mercado de seminuevos, que “es más importante hoy que nunca” por la recuperación que se lleva a cabo tras la crisis socioeconómica de 2020 y en donde la venta de autos usados cobrará mayor relevancia el resto del año y durante 2022.
Dijo que han calculado que el mercado de seminuevos es de 6.2 millones tan sólo en lugares donde se pueden rastrear fácilmente como en lotes de autos usados, agencias de distribuidores y plataformas digitales; aunque resaltó, que “hay un universo de comercialización de vehículos usados entre particulares del que no se tiene mayor registro”.
Detalló que los vehículos usados que se internan al país normalmente carecen de papeleo obligatorio en el territorio nacional como es un seguro de accidentes y que normalmente son usados con fines o acciones que son ilegales.
“Muchos argumentos se han dado de que la importación y legalización de estos vehículos o estás unidades usadas importadas puede generar beneficios económicos y sociales para ciertos grupos. Mucho se ha dicho, pero la realidad y la evidencia es que no es el caso (...) y tenemos este proceso de importación de unidades usadas que básicamente son chatarras.
Tiene un impacto negativo sobre la sociedad, tiene un impacto negativo en seguridad, en contaminación, en delincuencia y realmente no se pueden controlar porque no tenemos un Registro Público Vehícular (Repuve) que esté realmente funcionando y operando adecuadamente para llevar un padrón adecuado de esas unidades”, aseveró.
Detalló que entre 2006 y 2009 se emprendieron acciones de regularización similares que tumbaron las ventas de vehículos en el país, aunque subrayó que en 2009 se debió principalmente a la crisis financiera de aquel año.
“Vemos cómo, también en la medida en que se controló esa internación desmedida, el mercado comenzó a recuperarse y el mercado empezó a crecer nuevamente por arriba del millón de unidades”, resaltó.
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