Frente a la condición que presentan las finanzas públicas y elesquema tributario del país, el Gobierno mexicano efectivamentecarece de margen de maniobra para hacer frente al paquete fiscaldel presidente Donald Trump, por lo que está en manos de lospartidos adoptar las medidas para fortalecer los ingresos públicosy poder tomar acciones que incentiven el ambiente de negocios en elpaís, consideraron analistas financieros.
En este sentido, asesores de Finamex Casa de Bolsa recordaronque la situación fiscal que presenta el país es tan compleja, quelas principales calificadoras tienen “bajo la lupa” eldesarrollo de las finanzas públicas para determinar si ajustan sucalificación crediticia del país.
Por ello, Guillermo Aboumrad, director de Estrategias de Mercadode Finamex, consideró que una solución y estrategia de fondo paraenfrentar los incentivos fiscales que adoptará el presidente deEstados Unidos, Donald Trump, para atraer a empresas a territorioestadunidense implica la participación de los diferentes sectorespolíticos y económicos del país.
“En pleno proceso electoral en México se va a requerir unesfuerzo adicional para lograr el consenso de todos los partidos,ya que se tienen que tomar las medidas pertinentes en beneficio delcrecimiento económico del país; en caso contrario, sin un Plan B,será muy difícil lograr una apreciación sostenida del tipo decambio que rompa con el círculo vicioso”, afirmó.
Lo que sucede es que el paquete fiscal del presidenteestadunidense Donald Trump podría incluir incentivos en materia deimpuestos a la renta, lo que podría representar una amenaza paraMéxico, al elevar el interés de las empresas para preferir hacernegocios en la Unión Americana.
En este contexto, el especialista consideró que en aras deromper con el círculo vicioso que enfrenta la economía mexicana,es necesario lograr una apreciación sostenida de la monedanacional, que revierta las presiones inflacionarias y logre moderarlas negociaciones salariales al bajar las expectativas decrecimiento de los precios hacia adelante.
“Entonces, para que la apreciación del tipo de cambio seasostenida, se requiere de un Plan B que sustituya a ladepreciación del tipo de cambio como variable de ajuste; ladepreciación del tipo de cambio fue exitosa en cerrar el déficitde la balanza comercial, pero ahora ya no hay grados de libertadpara permitir una mayor depreciación”, apuntó,
De tal manera, consideró necesario reponer dicha variable deajuste con un Plan B que cubra esa función.
“Si Estados Unidos mejora las condiciones para hacer negociose invertir en su economía, tenemos que responder con la mismapolítica para seguir siendo atractivos a la inversión extranjeradirecta; si nos imponen medidas proteccionistas que deterioren eldéficit de la cuenta corriente, tendríamos que responder con unrecorte fiscal”, apuntó.