México busca aumentar su participación en los mercados y atraer inversiones, pero ya no competirá con bajos salarios, así definió la secretaria de Economía, Graciela Márquez, la política comercial del país ante líderes económicos y ejecutivos de empresas globales reunidos en Davos.
“México está comprometido para participar en el comercio mundial, pero no más a costa de salarios bajos, sino con empleos mejor pagados. Ofreceremos más productividad para incrementar nuestra participación en los mercados globales”, dijo durante una intervención en inglés en un panel moderado por la mexicana Alicia Bárcena, secretaria general de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal).
A ese foro, denominado Perspectiva Estratégica: América Latina, asistieron los representantes latinoamericanos de mayor peso, incluida la propia Bárcena, José Ángel Gurría, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y el ministro de Economía de Brasil, Roberto Guedes.
Ahí, la funcionaria mexicana refirió que la productividad en el país aumentará con la implementación de una política industrial fuerte y el incremento de los componentes nacionales en sectores como el automotriz.
En la mesa, Márquez Colín habló de los logros del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Se impulsó, dijo, un aumento al salario mínimo de 13 por ciento el año pasado y de 17 por ciento para este 2020, ambos en términos reales.
Entre cruces de miradas, la funcionaria coincidió con su homólogo brasileño, Paulo Guedes, en que la corrupción es un problema que debe ser desterrado si se pretende un crecimiento económico a la par de reducir las desigualdades.
Los funcionarios latinoamericanos formaron un frente común en el que buscan animar a los inversionistas internacionales, pese a que el crecimiento económico no es el más dinámico en la región.
La secretaria de Economía, quien lidera la delegación mexicana en el Foro Económico Mundial de Davos, compartió puntos de vista con el presidente de la compañía estatal petrolera argentina YPF, Guillermo Nielsen. Ambos funcionarios intentaron transmitir un mensaje de confianza a los inversionistas mientras las economías tratan de tomar velocidad.
En un inglés pausado, para no cometer errores gramaticales ni de discurso, Márquez enumeró las fortalezas económicas de México, como el gozar de finanzas públicas sanas, un crecimiento en el superávit primario y una inflación que se mantiene bajo control
La funcionaria mexicana no pudo dejar pasar la oportunidad para resaltar el logro que representó para las tres economías de América del Norte que el Senado de Estados Unidos ratificara la última versión del Tratado México-Estados Unidos-Canadá, (T-MEC), un proceso en el que la administración de López Obrador invirtió prácticamente todo el primer año. La ratificación del T-MEC, aseguró, es una buena noticia tanto para inversionistas y gobiernos, porque deja en claro reglas para el comercio en la región. El acuerdo comercial genera buenas expectativas de integrar una región más competitiva, añadió. La declaración ocurrió a unas horas de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presumió en el mismo evento la victoria de su administración en las negociaciones comerciales que mantuvo con México y Canadá, así como con China.
Para que el T-MEC entre en vigor sólo falta la ratificación de Canadá, pero el primer ministro de ese país, Justin Trudeau, anunció que el próximo lunes enviará una moción al Parlamento para que dos días después, el 29 de enero, inicie el proceso para dar el último visto bueno al acuerdo comercial.
Durante el segundo panel en el que participó este martes, titulado Recargando el Comercio Internacional, Márquez se refirió a los acuerdos comerciales entre países e hizo un llamado a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para incorporar “reglas específicas” para tratados entre particulares.
“Esto porque estás atendiendo una cierta demanda, estás tratando de crear un tratado de largo plazo, y esto no cambia con factores externos, se trata de prevenir futuros disturbios”, dijo la funcionaria durante el panel en el que también participó el director general del organismo internacional, Roberto Azevêdo.
Cuestionada sobre los beneficios de reformar a la OMC, la funcionara señaló que este tipo de cambios en las reglas del comercio internacional serían positivos para el momento actual, pero añadió que también sentará las bases para construir un regulador internacional más fuerte.
En su primera participación en el WEF como secretaria federal, Márquez tuvo reuniones con funcionarios de primer nivel y directivos de empresas globales, mismas que ha presumido en Twitter.
Este martes, se reunió con el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, con quien abordó la implementación del T-MEC una vez que sea ratificado por Canadá.
Entre los temas estuvo la definición de una ruta que permita a los tres países avanzar en la implementación de las reglamentaciones uniformes.
Asimismo, Márquez tuvo un encuentro con el comisario de comercio de la Unión Europea, Phil Hogan, para comentar detalles sobre los avances en la modernización del Tratado de Libre Comercio Unión Europea-México (TLCUEM).
La reforma del sistema multilateral de comercio y la necesidad de construir los consensos necesarios para fortalecer a la OMC fueron los temas centrales.
Acompañada por la subsecretaria de Comercio Exterior, Luz María de la Mora, y del titular de la Unidad de Inteligencia Económica Global, Sergio Silva, también se reunió con directivos de compañías globales, como Paula Santilli, CEO de PepsiCo en América Latina, y Michael Evans, Presidente de Alibaba Group.
En los próximos tres días, la secretaria Márquez sostendrá reuniones bilaterales para analizar las agendas de las relaciones económicas y comerciales de México con Canadá, India y Turquía, así como con líderes empresariales.
CONTRA EL PETRÓLEO Y EL GAS
En la edición del aniversario 50 del WEF, en la que participan más de tres mil inversionistas, el diálogo sobre el desafío del cambio climático para las economías no ha sido ajeno.
En su discurso, el presidente estadounidense Donald Trump se jactó de la bonanza económica que vive su país gracias a la proliferación de combustibles fósiles, por lo que negó una vez más la crisis climática global.
En tanto, la activista Greta Thunberg exigió a los inversionistas y líderes mundiales abandonar inmediatamente los combustibles fósiles.
Criticó que todo mundo se alerte por la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París en materia de Cambio Climático, pero acusó que el resto de las naciones no han alcanzado metas en reducción de emisiones.
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