El sistema eléctrico nacional requiere de al menos 50 proyectos de transmisión para satisfacer la demanda creciente, consideró Cintia Angulo, vicepresidenta de Power China México.
Sin embargo, los cambios a las reglas del sector por parte del gobierno federal han detenido o, incluso, ahuyentado inversiones para desarrollar estas obras, dijo la directiva durante su participación en el Expansión Summit 2021.
“Oportunidades de negocio había mucho más amplias e interesantes antes de 2019, con una visión de apertura de economía y competitividad de la economía mexicana que nos permitía ubicarnos en escenarios de mediano y largo plazo, con certidumbre de negocio (…) Hace dos años México se convertía en el país con mayor potencial en inversión en líneas de transmisión”, refirió.
En el panel “El futuro energético de México”, la directiva consideró que el paro de proyectos de transmisión debido a los cambios legales en el sector ha traído consecuencias para consumidores, como el encarecimiento del insumo eléctrico y la pérdida de competitividad.
“La incertidumbre es tal que los industriales no son capaces de tomar riesgo de diversificación y entonces no llegan inversiones”, apuntó.
Angulo dijo que en el caso de Power China México los proyectos en los que hubieran participado, particularmente en energía renovable, significaban inversiones de entre mil y dos mil millones de dólares, los cuales ya no se ejercieron.
El sector eléctrico ha sido el más afectado con estos cambios legales, coincidieron directivos.
Juan Manuel Delgado, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi), subrayó que, aunque sí ha habido cambios de reglas en el sector, se han respetado los contratos, de los cuales 80 por ciento son de exploración.
“No estamos siendo tan afectados como la industria eléctrica u otras industrias, hemos seguido con inversiones y seguiremos con el respeto contractual y más allá, sobre todo yendo con la agenda de la transición energética”, comentó.
El representante de las empresas petroleras apuntó que actualmente los privados aportan 65 mil barriles diarios a la producción nacional, donde destacó la participación de firmas como como ENI y Hokchi, que obtuvieron campos a punto del desarrollo y participan activamente adaptándose al entorno jurídico mexicano.
En tanto, Abraham Zamora, vicepresidente ejecutivo de Sustentabilidad, Asuntos Corporativos y Públicos de IEnova, subrayó que las empresas energéticas tienen una visión a largo plazo, más allá de las coyunturas económicas y políticas de un país.
Destacó que, en el caso de México, IEnova ha materializado una inversión de 45 mil millones de pesos en lo que va del sexenio y cuenta con una cartera de 41 mil millones adicionales en construcción.
“No se trata de ver en dónde no se puede invertir sino de buscar en dónde sí se puede”, consideró.
En el panel también participó Luz María Gutiérrez, directora general de G500, quien apuntó que una vez abierto el mercado mexicano es difícil que se cierre ya que los consumidores han tenido la posibilidad de elegir y no van a querer soltarla.
“Estamos presentes en México, lugar y espacio hay para todos los jugadores, confiemos en el país y en el Estado de Derecho, no perdamos la oportunidad”, señaló.
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