De continuar México sin una norma de trazabilidad, podría llevar al país a perder otros mercados internacionales, como el de Japón y de la Unión Europea, como está detenido en los Estados Unidos. La trazabilidad permite diferenciar el producto pesquero ambientalmente responsable, sin tener que pagar las consecuencias, afirmó Mariana Azis, directora de Transparencia de Oceana.
La sanción actual es resultado de la detección de pesca de algunas embarcaciones mexicanas en aguas de Estados Unidos, de forma ilegal. La norma de trazabilidad es un requisito que cobra cada vez más importancia para acceder a mercados como la Unión Europea y próximamente Japón, dos importantes socios comerciales para México en materia pesquera.
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La norma de trazabilidad para el sector pesquero ayudaría a saber qué, cómo, cuándo y dónde se pesca. Es la forma de cerrar la puerta a la pesca ilegal y se evitarían sanciones internacionales, como las que se padecen actualmente: las embarcaciones mexicanas no pueden entrar a puertos de Estados Unidos en el Golfo de México, dijo Aziz.
Recordó que en 2020, Oceana junto con otras organizaciones de la sociedad civil, miembros del sector pesquero y la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), inició la redacción de una Norma de Trazabilidad que transparente el camino que recorre el producto pesquero: desde el barco hasta el plato de las y los consumidores.
Este proceso está detenido, afirmó. Explicó que la Norma de Trazabilidad de Pescados y Mariscos, permitirá contar con mayor transparencia en el sector pesquero, desde conocer el arte de pesca utilizado para la captura del producto, hasta el medio de transporte utilizado para llegar a los puntos de venta.
Además, contribuirá a identificar qué productos pesqueros respetan las normas en la materia y medio ambientales, para así no meter todo en la misma bolsa.
Sostuvo: “Oceana reitera su intención para trabajar junto con Conapesca y su titular, Octavio Almada, para lograr la aprobación de la Norma de Trazabilidad y así atender el problema del que habló el presidente Andrés Manuel López Obrador, de la sustitución de pescados y mariscos.
Fue en la conferencia mañanera del pasado viernes 25 del presente que dijo: “La tilapia es una especie traída de África y ahora es la que más se consume. Cuando uno va a un restaurante y dicen: “…Hay filete de pescado…”, les recomiendo qué pregunten qué pescado es, porque lo que predomina es la tilapia, se trae de China”.
Sobre esto, comentó la titular de Transparencia en Oceana, que “actualmente, los mexicanos no podemos saber qué pescado consumimos. Pueden darnos gato por liebre. Una de cada dos veces que compramos pescado, nos dan una especie distinta a la que pedimos”.
Contar con una Norma de Trazabilidad nos permitiría saber qué comemos.
AUMENTA CONSUMO DE PESCADO Y MARISCOS
En cuaresma el consumo de pescados y mariscos aumenta 22% en los hogares en el país, cifra alentadora para la Acuacultura que con la producción y comercialización de camarón, tilapia y bagre, gana terreno en el mercado nacional.
Y si bien la acuacultura gana terreno en el mercado nacional, aún hay mucho por hacer para elevar el consumo y la producción de esta proteína, no solo en la cuaresma sino para todo el año, manifestó Marcelo Costero, presidente del Grupo Acuícola del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal, A.C. (Conafab).
Señaló que por sus características, esta actividad se puede desarrollar en diversas zonas del país, sin importar que tengan o no costas.
“Muestra de ello es la producción de truchas en zonas con acceso al agua dulce y fría, como en las sierras alrededor de la Ciudad de México, Toluca, Puebla, Veracruz, Estado de México e Hidalgo. Y sobre todo la tilapia en el sureste”.
Recordó que México tiene una extensión de 11 mil kilómetros de litorales, con clima tropical templado, lo que sea el lugar propicio para la instalación de granjas destinadas a la producción de especies como camarón, tilapia, trucha, bagre y peces marinos, que pueden destinarse al mercado interno o bien para exportación.
Marcelo Costero destacó que este tipo de proteína es bien valorada tanto en Estados Unidos y otras partes del mundo.
Hoy, tres cuartas partes de los camarones que se consumen en el país, provienen de granjas. La camaronicultura es una industria que genera el equivalente a 1,100 millones de dólares de ventas al año en nuestro país y el extranjero, principalmente China, Europa y los Estados Unidos.
Destacó que la innovación, las buenas prácticas de producción y el desarrollo del alimento balanceado, consolidaron a México entre los 10 principales productores mundiales de camarón cultivado, porque permiten mejorar el volumen y la calidad.
De la acuacultura, actividad milenaria que comenzó en China, en nuestro país su desarrolló comenzó en los años 90s. Gracias a la producción de camarón de cultivo, sobre todo en los estados costeros del Pacifico Norte como Sonora, Sinaloa, Nayarit y Colima, pasó de ser una incipiente práctica a una verdadera agroindustria.
La producción es de más de 200 mil toneladas del crustáceo, cifra que supera los resultados de la pesca tradicional.
De la tilapia, comentó que se producen 60 mil toneladas de pescado fresco cada año en Chiapas, Tabasco, Oaxaca, Veracruz y Campeche.
Y a la par hay una naciente industria de producción de peces marinos como lobina, rayada de mar. Jurel, robalo, totoaba y pargo.
Finalmente comentó que con el objetivo de mejorar la posición del camarón de cultivo mexicano en el mercado de los Estados Unidos, productores, empacadores y comercializadores crearon en 2019 el Consejo Mexicano del Camarón en el vecino país, cuyo objetivo es promover su consumo y destacar sus cualidades de calidad, sabor y frescura.