“Las mujeres campesinas no necesitamos limosnas ni programas asistenciales. Requerimos herramientas para impulsar nuestro trabajo y que se convierta en una economía que satisfaga las necesidades de nuestras familias, sobre todo los casi 5 millones de mujeres en extrema pobreza que viven en el campo”.
Este fue el sentir y el decir de las mujeres campesinas dirigentes agrupadas en el Congreso Agrario Permanente en la conmemoración del “Día Internacional de la Mujer”, en un evento en la sede de la Central Campesina Independiente.
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Se destacó que millones de mujeres trabajan a la par que los hombres para hacer producir la tierra “y sin embargo, lo hacemos en el marco de una gran injusticia hacia nosotras como sector”.
“Sin financiamiento ni ayuda, las mujeres rurales trabajamos, sufrimos y regamos con nuestro sudor la tierra. Sabemos que en cada surco crece un grano de esperanza para alimentar a nuestras familias y quizás, un futuro mejor que aleje a nuestros hijos de la marginación y la pobreza”.
Así lo expresaron Laura Verónica López, de la Confederación Agrarista Mexicana; Mariana González, de la Unión General de Obreros y Campesinos de México-Jacinto López; Isabel Velasco, de la Coordinación Organizadora de la Unidad Campesina.
Se puso de manifiesto en esta conmemoración que según el INEGI, en 2021 la pobreza extrema en la población femenina rural es una situación mayormente presente. El 35.2 por ciento de las mujeres pobres multidimensionales está en pobreza extrema.
En el campo viven 13.9 millones de mujeres que representa el 21.1 por ciento de la población del país, por lo que urge implementar acciones que contribuyan a mejorar su bienestar y situación general.
También denunciaron las dirigentes campesinas que “no solamente las mujeres rurales no tenemos crédito, acceso a insumos o a apoyos para proyectos productivos, sino que además, cuando estos existen, no benefician de manera igualitaria a hombres y mujeres, sino que se acentúa la desigualdad de género en nuestro campo mexicano”.
Además, advirtieron que debido al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, sumado a dos años de pandemia del Covid-19, provoca un desabasto de alimentos en todos los países, incluyendo a México.
Por lo que exigen al gobierno federal instrumente y aplique programas emergentes y se pueda recuperar la producción de alimentos y con ello, la seguridad alimentaria.
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Y mantienen su demanda a los 3 niveles de gobierno para que a las mujeres rurales se les incluya en las decisiones sobre políticas que impulsen su empoderamiento y se les considere dentro de los mecanismos de promoción del empleo productivo con igualdad de oportunidades y trato.
También estuvieron presentes Montzerrat Olvera Garrido, de la Unión General Obrera, Campesina Popular, A.C; Vianey Romero, de la Central Campesina Independiente y Cristina Herrera, del Consejo Nacional de Sociedades y Unidades con Campesinos y Colonos, A.C.
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