Ante una menor producción a nivel mundial que encarece el precio de los fertilizantes, dependencia que ya es de más del 60% en el país, los agricultores piden al gobierno federal la reactivación de la planta productora de amoníaco en el puerto de Topolobampo, a fin de reducir las compras al exterior y garantizar el abasto de estos insumos para la producción de alimentos.
Las importaciones el año pasado fueron de 3.5 millones de toneladas métricas, 20% más que en el 2019, con un valor comercial de 968.2 millones de dólares. Las compras fueron a Rusia, China, Estados Unidos, Indonesia y Noruega.
Así lo manifestó el secretario general de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), Álvaro López Ríos, quien dijo que la Secretaría de Agricultura solo apoya a Guerrero en la entrega de fertilizantes y sin embargo, la productividad no mejora. Este año se amplió a Morelos, Puebla y Tlaxcala.
Y además de que el gobierno federal plantea menor uso de fertilizantes, no promueve ni incentiva la producción de biofertilizantes.
De acuerdo a cifras de la FAO, en el ranking mundial, México se ubica como el 28avo productor de fertilizantes y en el 20avo como importador de estos insumos.
En el 2020, la producción nacional de fertilizantes registró una disminución anual de 7%, con un volumen de 2.3 millones de toneladas, de las cuales, el 44% fueron fosfatados; 31% ácidos y 25% nitrogenados.
El valor de la producción nacional de fertilizantes fue de 18 mil 660 millones de pesos. Esto fue 1% menos que en 2019.
En el mismo año, el consumo total de fertilizantes fue de 5.7 millones de toneladas métricas que refleja un crecimiento de 6.1% respecto a 2019. De este volumen, el 38.3% se cubrió con producción nacional y el 61.7% con importaciones.
En el primer semestre de este 2021 el avance de la producción fue de un millón 150 mil toneladas, con un valor de 10 mil 768 millones de pesos.
Y las importaciones sumaron 2.2 millones de toneladas métricas con un valor de 775.4 millones de dólares.
Respecto a los precios, López Ríos, dijo que “en el mercado nacional se encuentran en niveles récord ya que su precio promedio presenta un aumento de 10.8% en el caso de la urea y de 48.3% los de fosfato diamónico en comparación con los que prevalecieron el año pasado”.
“Este incremento obedece a una menor producción mundial que encarece el costo de las importaciones de estos insumos agrícolas”.
Y se suma que las existencias de los principales distribuidores en el mercado nacional son cada vez menores ante la fuerte demanda en estos momentos para la fertilización de los cultivos del ciclo primavera-verano de maíz, sorgo y frijol.
Finalmente, comentó que en el actual gobierno federal, el sector agroalimentario perdió esquemas de apoyo en rubros prioritarios como en la comercialización, aseguramiento y desastres naturales.
“Lo más preocupante es el abandono en materia de Atención a Desastres Naturales, sin fondos en los últimos 3 años, cuando operó sin interrupciones desde 2010”. Recordó que en el 2018 se le asignaron 3 mil 866 millones de pesos.
En el caso de los Apoyos a la Comercialización, programa que desapareció en 2019, los fondos que se ejercieron en 2018 fueron de 9 mil 748 millones de pesos.
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“Parea revertir el abandono al campo, es necesaria una visión de largo plazo multidimensional que asegure un ingreso para que los productores puedan permanecer en el sector”, dijo el líder de la UNTA.
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