En 2013, Uber inició operaciones en la Ciudad de México, la primera ciudad de América Latina en contar con la plataforma. Casi 10 años después, las aplicaciones de viajes compartidos y reparto de alimentos se han integrado al panorama económico al punto que cerca de 500 mil personas aprovechan su tecnología para generar ganancias a su propio ritmo.
Según la Encuesta Nacional de Socios de Aplicación en México, realizada por el estudio de investigación Quadrant Strategies, dentro de las personas que eligen conducir o realizar entregas con aplicaciones, 67% son menores de 40 años de edad, 91% cuentan con uno o más dependientes económicos, 62% la utilizan de forma complementaria a otras fuentes de ingresos y 83% utilizan la aplicación únicamente de forma ocasional.
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Asimismo, 74% de los conductores y repartidores afirman elegir utilizar aplicaciones por la flexibilidad que éstas les ofrecen, contrario a los trabajos tradicionales. Asimismo, 87% afirman que las ganancias que generan a través de las plataformas son el factor más importante por el que realizan dicha actividad.
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“Debido a la situación actual del país decidí hacerme socia de Uber, esto me ha traído grandes beneficios ya que me permite generar ganancias en mis tiempos libres”, afirma Salma Sánchez, socia conductora que utiliza la aplicación de Uber para ganar dinero extra.
En la misma línea, Erik González comenta que "ser conductor me permite tener un segundo ingreso para mí y familia, gracias a que yo puedo administrar mis horas de trabajo”.
Las aplicaciones como Uber, Didi o Rappi funcionan bajo un modelo de intermediación, donde la aplicación facilita que una persona que solicita un servicio (p.e. pedir un viaje o una comida) pueda conectarse con alguien dispuesto a realizarlo, como son los conductores o repartidores.
Todas las partes son independientes a la aplicación pues sólo la usan para conectarse con alguien más. Como con muchas otras aplicaciones, los usuarios -tanto quienes piden como quienes ofrecen el servicio- aceptan términos y condiciones, y realizan un pago por el uso de la aplicación.
Así, los conductores y repartidores reciben una ganancia por la oferta de sus servicios. El cálculo de las ganancias de los socios depende de múltiples factores que van desde el tiempo y distancia recorridos, hasta gastos de los socios como lo son el precio de la gasolina en su entidad, costo del vehículo, inflación, entre muchos otros. Cifras del sitio uber.com afirman que un socio en CDMX, que conduce 40 horas por semana, gana un estimado neto de $5,039 MXN semanales, cuatro veces más que el salario mínimo.
Recientemente, el INEGI reportó la pérdida de más de medio millón de empleos durante el mes de abril del presente año.
Maximiliano Balbuena, repartidor en la Ciudad de México comenta que en las plataformas encontró una forma de tener un ingreso a pesar de haber perdido su empleo anterior: “el desempleo me obligó a buscar alternativas y la mejor de ellas fue hacerme socio repartidor de Uber Eats. Inicio y termino mi jornada laboral cuando yo lo deseo o simplemente cuando cumplo mi meta personal de ingreso diario”.
Por su parte, la plataforma retiene una tasa de servicio variable en cada viaje que promedia en 25 por ciento de las ganancias obtenidas por los socios. Según información de la empresa, “la tasa de servicio permite a Uber seguir innovando la plataforma y hacerla una opción de movilidad cada vez más segura, eficiente, accesible y sustentable, así como mejorar la experiencia de usuarios y socios conductores.”
En el caso de Uber, los socios conductores cuentan con funciones de seguridad dentro de la app, como la capacidad de compartir sus viajes con contactos de confianza, grabación de audio encriptada, botón para conectarse directamente al 911 en caso de emergencia, línea de soporte 24/7 y el mecanismo de verificación de identidad de todos los usuarios. Adicional, Uber cuenta con un programa de seguro que protege todos los viajes solicitados por medio de la aplicación.
De acuerdo con Christian R. Natera, Socio Director de Natera Consultores, S.C., todos los impuestos retenidos por Uber a los socios son acorde a Ley. Desde mayo de 2019, Uber cuenta con la facultad y obligación de calcular y retener a los socios conductores y repartidores tres conceptos:
- 50% del IVA que se traslada al usuario
- 2.1% de ISR y
- IVA sobre la tasa de servicio aplicada a cada viaje.
Uber entrega estos impuestos directamente a las autoridades, sin recibir ni retener ninguna ganancia económica por ello.
El cálculo, retención y pago de impuestos por parte de la plataforma representa una ventaja para los socios en tanto que reduce sus cargas de cumplimiento fiscal y facilita el proceso de pago de sus impuestos. Además que, gracias a este mecanismo, cientos de miles de personas hoy cumplen con sus obligaciones fiscales.
