La Ciudad de México, el Estado de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, Querétaro e Hidalgo tienen reservas de gasolinas para 2.2 días, de diesel para 2.8 días y de 5.8 días para turbosina.
Así, la capacidad de almacenamiento de las 11 terminales localizadas en esas siete entidades que conforman la zona centro del país, la de mayor demanda de combustibles, implica que tendrían poco margen para enfrentar cualquier emergencia por problemas de suministro.
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Esta zona es la más vulnerable en materia de seguridad energética, seguida por la noreste (Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí), en donde el volumen de inventarios expresado en días de demanda de gasolina, diésel y turbosina es de 2.6, 6 y 7.9 días.
De acuerdo con el Diagnóstico de la Industria de Petrolíferos en México elaborado por la Secretaría de Energía con datos a noviembre pasado, el suministro en las siete entidades de la región centro se lleva a cabo mediante un ducto con origen en las terminales marítimas de Tuxpan y de Pajaritos, así como, de las refinerías de Tula y Minatitlán. Además, la refinería de Tula también suministra petrolíferos a la refinería de Salamanca, ubicada en la región occidente.
Además, la zona se abastece mediante una red de ductos con destino a la terminal de almacenamiento de Azcapotzalco, un poliducto y un turbosinoducto provenientes de la refinería de Tula; así como un poliducto saliente de la refinería de Minatitlán y uno más de Tuxpan, este último con un ramal hacia la terminal de Pachuca.
En la zona centro operan dos mil 832 gasolinerías que representan 23 por ciento del total en el territorio nacional.
Sólo la CDMX y el Estado de México concentran mil 422 de esas estaciones de servicio.
