La calificadora internacional Standard & Poor’s espera que el Producto Interno Bruto nacional crezca 1.3 por ciento al cierre de este año, desde una estimación previa de 1.6 por ciento.
Este cambio, detalló la agencia, es consecuencia de la caída en la producción petrolera, que en mayo pasado se ubicó en 1.66 millones de barriles diarios, así como a una moderación en los servicios.
En un reporte, la calificadora consideró que las relaciones comerciales con Estados Unidos permanecerán sin modificacioes, aunque la reciente amenaza de imponer aranceles de cinco por ciento a las exportaciones mexicanas aumenta el riesgo de incertidumbre a la inversión, en especial ante la proximidad de las elecciones presidenciales en ese país en 2020.
Por separado, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) se convirtió en la tercera institución en colocar la expectativa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país por debajo de uno por ciento, pues espera que el alza sea de 0.9 por ciento, pronóstico idéntico al de Citibanamex, aunque por encima de la estimación de Barclays, que espera una expansión de 0.5 por ciento.
Según el organismo presidido por Fernando López Macari, este sería el peor inicio de gobierno en los últimos tres sexenios, aunque descartaron un “escenario catastrófico” que acabe en una recesión.
En conferencia de prensa, López Macari advirtió que si las calificadoras vuelven a bajar la calidad crediticia de Petróleos Mexicanos y la empresa pierde el grado de inversión, el entorno económico del país será más complejo, por lo que hizo un llamado para generar certidumbre entre el sector privado.
El pasado 6 de junio, Fitch Ratings redujo la calificación de la empresa productiva del Estado a BB+, lo que la ubica en grado especulativo, pero para que el mercado tome esa consideración, cualquiera de las otras dos grandes agencias (Standard & Poor’s o Moody’s) tienen que poner la nota en nivel de “bono basura”.
“Vemos condiciones difíciles y débiles, pero de ninguna manera una crisis que esté a la vuelta de la esquina, salvo que se diera la degradación de Pemex a pérdida de grado de inversión, ese sí pudiera ser un colapso que pudiera desencadenar toda una serie de otros eventos, por eso una de las prioridades inmediatas del gobierno es enderezar la situación de Pemex y evitar a toda costa que las calificadoras den ese paso”, coincidió Federico Rubli, integrante del Comité de Indicador IMEF.
Los participantes en la Encuesta sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, elaborada por el Banco de México también disminuyeron la perspectiva de crecimiento para el cierre de este año a 1.1 por ciento, desde 1.3 por ciento en el ejercicio de mayo.
Los tres resultados fueron publicados el día en el que el Presidente de México dio un mensaje en el Zócalo capitalino para celebrar un año de su elección.