La inversión en criptomonedas es más atractiva en países donde la población tiene poca confianza en el sistema financiero tradicional, así como donde hay mayor percepción de corrupción, reveló un reporte de la plataforma Chainalysis.
“Existe una relación inversa entre los países más cripto-positivos y la transparencia del gobierno. El Índice de Percepción de la Corrupción mide esa transparencia. Una puntuación baja indica una alta tasa de corrupción percibida en la economía”, refirió el documento.
Eloisa Cadenas, cofundadora de PXO, la primera stablecoin de México, comentó que justamente los países donde hay más problemas económicos son en los que crece la adopción de estos activos.
Señaló que en países de Latinoamérica, por ejemplo, donde hay muchas personas que no están bancarizadas, crece aún más la compra de criptomonedas porque la gente desconfía de la economía, debido a altos niveles de inflación o bien porque, con cualquier eventualidad, los gobiernos deciden cerrar la entrada de divisas extranjeras como ocurre en Venezuela y Argentina.
Añadió que en estas transacciones digitales solo basta con introducir algunos datos en línea, mientras que para tener cuentas en bancos hay que acudir a sucursales a realizar bastante papeleo, algo que no gusta a los usuarios, por lo que han optado por la opción de monedas digitales para transacciones o la captación de remesas, por ejemplo.
El reporte de Chainalysis agrega que los países más predispuestos a invertir en estas monedas digitales tienen una puntuación en el Índice de Percepción de la Corrupción, ubicados debajo del promedio mundial.
Tal es el caso de Venezuela, el país que tiene el peor puntaje en percepción de corrupción y, a su vez, es el segundo con el puntaje más alto de cripto-positividad.
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México alcanza el puesto cuatro entre los países “menos transparentes” y el noveno de atracción por la adopción de activos digitales.
“Esta nueva salida financiera se materializa en una divisa que trabaja mediante el intercambio digital, las transacciones realizadas con esta moneda digital no son controladas ni por un banco ni por cualquier otra entidad financiera regulada por el Estado”, señala el reporte. Abundó que las criptomonedas son muy volátiles, como el bitcoin, que en 10 meses perdió dos terceras partes de su valor.
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