Mérida, Yucatán.- Yucatán es el tercer estado con mayor captación de inversión de empresas extranjeras al atraer el 8 por ciento del total. En primer lugar se encuentra Nuevo León, en segundo Coahuila seguido por Yucatán en tercero y cuarto Chihuahua y el quinto le pertenece a la Ciudad de México.
En este caso, se habla de fuertes inversiones de firmas transnacionales que vienen de China, Corea, España, Italia, Alemania o Estados Unidos. Pero a lo lejos hay otra capa, la más débil y vulnerable, la que espera que el Tren Maya les cambie un poco la vida, ellos se basan en esa esperanza.
Doña Teresa Aragón es una vendedora de condimentos, chiles, piquín y habanero molido. Nació y creció en la comunidad de Yalcobá ubicada a unos 5 kilómetros de lo que será la estación del Tren Maya de Valladolid.
Entre sus productos que desde pequeña aprendió a laborar comenta que ha escuchado hablar mucho del proyecto, le dicen que traería muchos beneficios pero hasta ahora no ha visto nada.
Chapeada y curtida por el sol, doña Tere recuerda que una vez se le acercaron unas personas para para explicarle lo del tren y a animarla para que vaya a vender sus productos en la estación del moderno ferrocarril.
“Nos llegó la invitación para que un día vayamos todas con diferentes productos para vender allá, pero todavía no nos han confirmado el día”, relató.
Aunque la distancias es larga, dice que en caso dado juntaran dinero en la cooperativa para ir al Tren Maya y conocer de qué se trata.
“Sería probar para ver, porque aquí por ejemplo es temporada baja y sale muy poquito, entonces sería una opción salir a ver si nos conviene o no”, añadió.
En su pueblo hay al menos cinco cenotes que normalmente son visitados por turistas nacionales y extranjeros que pasan frente a la comisaría pero se siguen de largo, dice María Rosa Canche, mujer joven que desde pequeña aprendió a trabajar artesanías.
Nos llegó la invitación para que un día vayamos todas con diferentes productos para vender allá, pero todavía no nos han confirmado el díaTeresa Aragón, comerciante en Mérida, Yucatán
“Los turisteros tienen convenios con otros cenotes y los camiones nada más los vemos pasar, nadie se para, nos quedamos con nuestra venta en las manos”, comenta.
Con los ojos grandes semi rasgados y con cara alegre María Rosa explica que el Tren Maya es una esperanza. Considera que una vez que entre en función podrán ir a vender sus productos y artesanías a la estación de Valladolid.
La joven artesana recuerda que desde chica ayuda a su mamá para llevar algo de sustento a su hogar, pero que realmente se las ven difíciles debido a que hay poca venta, por ello insiste, esperan que el tren les ayude a mejorar su economía.
“A veces algunos trabajadores del Tren Maya pasan por acá, pasan a comprar comida y compran alguna salsa”, dice.
Doña Juana es la mujer más longeva de la cooperativa, ha visto pasar a muchos comisarios y presidentes municipales, lo que no ha visto es que mejore su economía.
En su natal lengua maya, Juanita comentó que tiene que estar ahí porque aunque sea un poquito, genera dinero para la casa.
Con el apoyo María Rosa, que habla maya y español, Doña Juana platicó que aparte de estar en el patio de la comisaría vendiendo sus productos, también prepara recado rojo y negro, condimentos propios para preparar poc chuc, cochinita y otras comidas yucatecas y que las vende poco a poco entre sus vecinos.
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Con el rostro arrugado pero con la frente en alto por haber sacado adelante a sus hijos, Juanita dijo que ojalá los puedan llamar para vender sus productos aunque sea un día a la semana.
La cooperativa es pequeña, si acaso la conforman diez mujeres de Yalcobá. Ellas saben que el Tren Maya moverá más turismo, que llegará más gente a su comunidad pero si ya llegan “paqueteados”, como hasta ahora, agregan, vamos a seguir igual advirtió una de ellas.
Esperanza de turismo y mejores condiciones de vida
Don Graciliano Dzib Dzib es un hombre de edad avanzada que nació y se quiere morir en la comisaría de Pisté, municipio de Tinum, a unos cuantos pasos de Chichén Itzá y a 41 kilómetros de Valladolid, próxima parada del Tren Maya rumbo a Cancún.
Graciliano desde niño se ha alimentado del campo, su mayor problema es combatir la plaga del tejón que acaba con su maíz y calabaza.
Son una plaga difícil de eliminar, dice mientras mueve la cabeza: "yo mato a los más grandes (tejones) con mi escopeta pero se reproducen como no tienen idea”.
¿Y qué tal con el Tren Maya, cómo lo han visto?
A nosotros nos afectó solamente cinco metros dentro de nuestro ejido, prácticamente no nos benefició en cuanto a ventas de tierras pero si nos va a beneficiar con el turismo para poner tiendas o vender comida.
¿Se les pagó bien por sus tierras?
Más o menos, es que fue poco lo que nos afecto, nos tocó como a 8 mil pesos por ejidatario y somos como 600, es poco pero también fue poquito lo que afectó, sólo la orilla.
Don Graciliano al igual que los pobladores de las 19 poblaciones por donde pasará cerca el Tren Maya, tienen esa ilusión, esa esperanza de que les traerá turismo y mejores condiciones de vida.
Prácticamente no nos benefició en cuanto a ventas de tierras pero si nos va a beneficiar con el turismoGraciliano Dzib Dzib, poblador de Tinum
El excomisario de Citilcum, Izamal, Gimer Chan Ek, explica que originalmente la estación del Tren Maya estaría en las inmediaciones de Izamal, pero al no ponerse de acuerdo con los ejidatarios, se decidió construir entre las comisarías de Citilcum y Kimbilá.
Chan Ek considera que el Tren Maya dejará una buena derrama económica, pero no todo es positivo: “hay sus pros y su contras. Qué es lo que va pasar, los tiburones van a agandallar a los pueblos originarios”.
Considera que hay amenazas: “nosotros, pienso que vamos a ser desplazados porque en los pueblos originarios se necesita mejor preparación, entonces, otra gente de fuera nos va a quitar los puestos que deberíamos tener.”
Necesitamos que nos tomen en cuenta para que nosotros podamos resaltar como pueblo originario, como por ejemplo aquí en esta comunidad hace falta mucha estructura, mucha información y todo se los guardan para la gente del mejor poder adquisitivo.
Vamos a ser desplazados porque en los pueblos originarios se necesita mejor preparación, otra gente de fuera nos va a quitar los puestos que deberíamos tenerGraciliano Dzib Dzib, poblador de Tinum
Gente con mayor poder adquisitivo nos va a estar a un paso adelante para ganarnos en los puestos en lo que es la estación del Tren Maya y a nosotros como pueblos originarios nos van a desplazar por falta de economía falta de información falta de impulso, falta que nos tomen en cuenta o las autoridades que nos den un espacio como pueblos originarios que estamos muy cerca de la estación.
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¿Se sienten desplazados?
Si porque no nos han tomado en cuenta, claro que tenemos mucha esperanza de lo que será el Tren Maya, nos va a beneficiar a muchos en la población, pero tiene que dar mucho hincapié de las comunidades originarias.
Aquí tenemos muchos productores (...) tanto como los productores de miel, los productores de maíz al no tener cierta economía para desplazar su mercancía gente de segunda mano, los va comprando a un menor precio para que ellos lo puedan revender a un mayor precio y esa ganancia directa se nos va a quitar a nosotros a merced de los intermediarios.
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Los pobladores del oriente de Yucatán fincan sus esperanzas en el paso del Tren Maya por sus tierras, pero hay dudas sobre los beneficios que podrían tener o si las oportunidades se las darían a unos cuantos.