Luego de que se registró la peor caída en 12 años de la industria constructora en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador aceptó que se han detenido los proyectos en esta materia, por el combate a la corrupción.
“Y sí, en efecto hemos demorado en echar a andar las obras por todos los obstáculos que había y entonces como había mucha corrupción, mucha corrupción inmobiliaria, pero de tiempo atrás, todo el periodo neoliberal”, afirmó durante la conferencia mañanera.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer que la industria constructora cayó en un 10.2 por ciento desde el mes de agosto, además de que en 18 entidades federativas reportaron números rojos en la primera mitad del año, de acuerdo con datos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.
Sin embargo, López Obrador descartó que sea resultado de un subejercicio y disminución en el gasto público, como ha acusado la CMIC, sino que se está revisando que no se robe y se cuide el desarrollo sustentable.
López Obrador opinó que no se trata de “crecer por crecer”, ni de que crezca la cartera vencida del Infonavit y que ya no se aprovechen los coyotes de las familias de los trabajadores.
“No le hace que afecten, roben, destruyan el medio ambiente, porque lo que nos importa es lograr la sacrosanta meta de que haya crecimiento”, comentó.
Aseguró que con la conclusión de los proyectos de reconstrucción y mejoramiento de la infraestructura de los 170 mil planteles educativos en las zonas marginadas, así como con la terminación de carreteras y la edificación de la refinería de Dos Bocas en Paraíso, Tabasco, se levantará la industria.
Además, reiteró que para este año alistan el Plan Nacional de Infraestructura con el sector privado, el cual contempla alrededor de mil 600 proyectos.