Para Martín Acosta ahora todo es claro, una de las razones por las que había evitado montar la obra que hoy presenta, tiene que ver con sus propias vivencias, pues Ángeles en América. El milenio se aproxima, resalta exactamente el contexto doloroso que le tocó vivir en su adolescencia y algunas de sus pérdidas.
La obra retrata a la sociedad estadounidense de los años 80, aborda el momento histórico específico en el que el expresidente Ronald Reagan estaba en el poder y se dio la propagación del VIH. “Quienes empezamos nuestra vida sexual adulta o joven a finales de los 70 y principios de los 80, no conocíamos la palabra sida, yo vi morir a muchísimos de mis amigos , y creo que no quería entrar a ese tema y remover algunas cosas que estaban ahí”, explica el director a El Sol de México.
Es por eso que en la actualidad considera que la obra es pertinente debido a los sucesos que atan al mundo y al país y que la puesta en escena puede funcionar como una especie de “ajuste de cuentas, ahora tiene también un sentido, el teatro lo haces para el día de hoy, si bien el sida o el prejuicio sobre la homosexualidad ha cambiado, yo creo que hay muchas deudas sobre derechos humanos, derechos civiles e incluso con deudas que no han sido saldadas desde entonces, donde haya un grupo marginal que no sea respetado vamos a entender esta mecánica”.
Con Ángeles en América, Acosta busca apelar a la memoria colectiva para no repetir los mismos errores, e insiste en identificar a las personas que generan la intolerancia y la negligencia hacia problemas sociales y ambientales evidentes que sufre el planeta en la actualidad.
“El que Reagan dijera que en 1986 fue la primera vez que escuchó la palabra VIH es una mentira, hay papeles que prueban que él sabía desde 1982 porque había documentos en su escritorio, eso prueban un genocidio que costó millones de vidas que están en la conciencia de alguien, tenemos que mirar otros fenómenos y tenemos que identificar al enemigo, no es todo el mundo, ni un ente abstracto, es alguien que sigue pensando de forma incorrecta, ¿por qué se quema el Amazonas?, porque alguien y aquí sabemos que se llama Bolsonaro, que además piensa que los homosexuales habría que matarlos, le pone trabas al mundo”, expresa el director.
La obra, que tuvo su primera temporada como producción de Teatro UNAM, reta a los ocho actores en escena al poder llevar a cabo más de un solo personaje, y busca romper los mitos del mundo gay y la política global, con pequeños relatos que demuestran las diferentes realidades que se viven.
“No podemos seguir ahí, tenemos que movernos e ir a otro lugar y el teatro nos da esa oportunidad, no sabemos bien hacia donde, pero sabemos hacia donde no”, asegura Acosta.
La obra se presenta de jueves a domingo a las 18:00 horas hasta el 27 de octubre en el Teatro del Bosque Julio Castillo.
