GUADALAJARA. El presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), Armando Casas mencionó que "en nuestro cine debe caber todas las diversidades, todas las voces y todas las culturas", durante la entrega número 66 de los Premios Ariel.
"Queremos un cine plural e influyente, porque el cine es una de las más potentes expresiones culturales hereditarias de un país, porque fomenta el conocimiento, fomenta la empatía con el otro, fortalece una cultura de paz, una cultura de tolerancia y de diálogo entre los diversos sectores de la sociedad", añadió.
Asimismo, ahondando en la diversidad, Casas reconoció el trabajo de cineastas mujeres, así como actrices y profesionales de otras áreas de la producción fílmica, incluidas en la nominación.
"Este año celebramos que la presencia del talento y la creatividad de las mujeres sigan aumento. Tres de las cinco nominaciones a Mejor Dirección son de mujeres", mencionó refiriéndose a Lila Avilés, Tatiana Huezo y Elisa Miller.
"También por primera vez en la historia de este premio tenemos tres ganadoras del Ariel de oro", dijo sobre Angélica María, Brigitte Broch y Busi Cortés, a quien le fue entregado de manera póstuma.
En su intervención, el director también hizo referencia a la importancia del cine para la sociedad mexicana, como una fuente de acceso a la cultura, y la importancia de la administración en esa relación.
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"El cine es estratégico para cualquier nación, para esta nación. Corresponde a la política pública proteger y fomentar la producción cultural y la creación artística, así como el acceso a ellas por parte de la población", dijo Armando Casas, quien también hizo hincapié en el desarrollo del talento nacional en cuanto al séptimo arte se refiere.
"La industria cinematográfica nacional ha mostrado notable crecimiento en los últimos años. La creatividad, calidad técnica y artística de nuestros profesionales han sido reconocidas en los espacios más relevantes del cine mundial".
Para finalizar, el máximo representante de la AMACC enfatizó en la solidaridad que la comunidad de cine debe tener, en este momento especifico con Argentina.
"La academia tiene que manifestar su solidaridad con la comunidad cinematográfica argentina que está sufriendo debate políticas gubernamentales que pone en entredicho la realidad de la cinematografía emblemática y entera del cine iberoamericano", puntualizó.
