MADRID. Con un nuevo disco en ciernes que se publicará en otoño, vuelve Isabel Pantoja. "Un poco distinta", a su juicio, pero en su versión más real y más libre, sin ataduras con ninguna casa de discos después de 50 años de carrera, "para cantar lo que quiera".
"He grabado el disco que quería grabar, el que me ha dado la gana, con canciones que me han encantado siempre. Estoy feliz, porque saldrá en otoño y para mí eso es una bendición, no estar enganchada ni firmada con ninguna casa, porque a mis 50 años artísticos, no me han solventado nada. Prefiero ser libre, nunca mejor dicho, y hacer lo que me dé la real gana", confesó en entrevista.
Sus palabras llegan en un descanso de los ensayos para el concierto que celebrará este viernes en el Wizink Center de Madrid, para el que aún quedan entradas a la venta y en lo que supone su retorno a los escenarios desde 2018, tan concienzuda y perfeccionista como siempre.
"Soy muy pesada, pero intento que salga lo mejor posible para el público, que lo merece todo. Por eso tengo que salir como una fiera", dice la Pantoja (Sevilla, 1956).
Será un único concierto en el que hará resumen de los grandes éxitos de toda su carrera en unas dos horas de espectáculo, antes de lo que vendrá tras el verano, ya con el nuevo álbum bajo el brazo, del que de momento sólo ha sonado como anticipo el tema Enamórate, de Juan Gabriel.
"No hay otro como él. Los habrá muy buenos y yo he cantado a los mejores, pero para mí Alberto Aguilera Valadez, aparte de un genio, era mi compadre y amigo, una de las personas que más he querido y quiero; todavía tengo canciones suyas y las cantaré", dice del repertorio que dejó el mexicano antes de su muerte en 2016.