El 7 de junio de 1996, la comunidad mexicana en Estados Unidos se dividió en dos: los que apoyaban el triunfo del ícono del boxeo en México, Julio César Chávez y los que confiaban en la estrella en ascenso Oscar de la Hoya, de origen mexicano pero nacido en Estados Unidos.
Los ojos estaban puestos sobre el escenario del Caesars Palace de Las Vegas. Fue un día de Gloria Máxima –literalmente, porque los publicistas llamaron así a la histórica batalla– pues sólo uno de ellos se convertiría en el campeón de peso súper ligero. Pero ante todo, el ganador se llevaría el honor y el orgullo de ser el mejor de su tiempo.
“Recuerdo esta pelea con mi casa dividida. Esa división cultural fue lo que resultó interesante para mí”, confiesa Eva Longoria Bastón, quien se aventuró a explorar el impacto cultural que esta pelea tuvo entre la comunidad mexicoamericana en el documental La guerra civil, su primer largometraje como directora.
La guerra civil tuvo su estreno en el Festival de Sundance 2022. El documental recapitula los orígenes de Chávez y de la Hoya, la influencia que formaron dentro del box en México y Estados Unidos, así como la rivalidad que se cristalizó en aquella histórica pelea que significó para ambos una ganancia de nueve millones de dólares, la más grande hasta entonces en la historia del box latino.
“Es el aniversario 25 de aquella pelea y pensé ¿por qué no contarla?”, dijo en una sesión de preguntas y respuestas Oscar de la Hoya, quien se acercó a Eva Longoria Bastón con la idea de realizar este documental.
El filme cuenta en parte la necesidad de Oscar de la Hoya por ser reconocido y aceptado entre el público mexicano, quienes rechazaban su origen latino–incluso hasta ahora– por haber nacido al este de California, en Estados Unidos.
“Es una historia que viví muchos años y que mucha gente sigue experimentando hoy. No creo que hayamos progresado mucho en términos de quiénes somos en este país. Nuestra generación sigue dividida de la misma forma que yo lo estaba cuando peleé con Julio César Chávez”, dijo.
“Soy de Estados Unidos y de México. Mis padres crecieron allá y orgullosamente yo aquí; hablo inglés y español, pero es como si no tuviera identidad, como si no supiera quién soy. A través de esta pelea, en la que enfrenté a la leyenda, el ícono mexicano que el público amaba en los Estados Unidos, cuento lo que experimenté entonces y lo que mucha gente vive ahora. Y Eva lo capturó perfectamente”.
Este documental de casi dos horas reúne material de las transmisiones originales en vivo que se realizaron de la pelea, además de archivo personal del propio Oscar de la Hoya.
“Por suerte contábamos con su archivo que es inmenso porque los derechos de la pelea en sí mismos son muy caros. Quería agregar todos pero nos decían: ‘Puedes tener un segundo del material por un millón de dólares’ y era como ‘Esperaaaa, necesitamos eso’”, dice Eva Longoria Bastón entre risas, desde su casa en Los Ángeles.
La directora compartió que el material sobre Julio César Chávez fue más complicado de lograr, porque “no había tantas cámaras ni VHS cuando peleaba en Tijuana. Pero tenemos fotos y pósters de sus peleas. Tuvimos que digitalizar muchos archivos, cambiar formatos, mucho aspecto técnico. Fue algo diferente”.
Además de narrar el ascenso y caída de ambas estrellas por culpa de sus adicciones a las drogas y el alcohol, La guerra civil juguetea y expone parte de la relación que existe entre el box con el narcotráfico. “Crecí en Culiacán, claro que conozco a todos los narcos”, dice Chávez en el documental.
La guerra civil, que forma parte de los estrenos mundiales dentro del Festival de Sundance, cuenta con los testimonios de Jesús Rivero, ex entrenador de Oscar de la Hoya; la voz del boxeo en el periódico ESTO, José Luis Camarillo; los analistas deportivos Claudia Trejos y Eduardo Lamazón; así como los actores George Lopez y Mario Lopez, de origen mexicoamericano.