Timbiquí es una pequeña comunidad de Colombia, donde los habitantes se ven como hermanos. En ese ambiente de fraternidad crecieron los integrantes del grupo Herencia de Timbiquí, hecho que los llevó a dedicar su proyecto musical a enaltecer ese lado humano de su país.
“Es importante hacerlo siempre teniendo en cuenta que uno parte de un territorio donde prevalece la humanidad. De dónde venimos, lo que comen hoy en una casa pueden comer tranquilamente en cinco más, porque nos repartimos varios platos para subsistir”, platicó el vocalista, Wilian Angulo.
La agrupación se fundó en el año 2000, además del cantante, está conformada por once músicos afrodescendientes: Begner Vásquez, Enrique Riascos, Julio Mancilla, Etiel Alegría, Pablo Mancilla , Julio Sánchez, Cristhian Salgado, Andrés Pinzón, Ulises Varela y Omar Trujillo.
Sus composiciones mezclan instrumentos clásicos como la marimba, el bombo, el cununo (una percusión en forma de tambor) y la guasa (una especie de sonaja en forma de tubo que contiene semillas en su interior, y suena al agitarse), con sonidos modernos como el bajo, teclados, trompeta, saxofón, guitarra eléctrica y batería.
La mezcla de sonidos que han logrado es también el resultado de una serie de influencias musicales que los rodearon desde pequeños, y según enfatiza Wilian, es parte de la esencia que defenderán siempre.
“Tenemos una escuela de que en el Pacífico colombiano se escucha de todo, Olimpo Cárdenas, Vicente Fernández, Pedro Infante, Antonio Aguilar, Alejandro Fernández, Marco Antonio Solís Escuchamos música ecuatoriana, bachata, merengue. En nuestra música encontrarás cualquier corriente musical, no nos limitamos”.
Con respecto a los temas que abordan en sus letras, Begner añadió que siempre tratan de hilarlas de modo que resulten en algo cercano a todo su público, sin importar de qué tipo de comunidad provengan.
“Nos dio buen resultado irnos moldeando a las diferentes características de los seres humanos, cómo “desencasillarlo” del folclor y volverlo más global. Las temáticas están ahí, el amor, las penas, los desamores, alegrías, triunfos y derrotas, la poesía costumbrista, los recuerdos de niño hasta viejo, los abuelos, el pueblo, la tierra, el mar, el río”.
Recientemente Herencia de Timbiquí estrenó Solo, un tema con el que buscan dejar una sensación de bienestar y alegría en los escuchas, pero sobre todo, hacerles ver que es válido consentirse a sí mismos y disfrutar de la soledad.
“A veces uno piensa “luego saco tiempo para mí, para irme a un spa donde hace tiempo quiero ir, pero debo trabajar y estar con mi pareja”. Pero uno necesita ese tiempo de soledad para cosas como esa”, explicó Begner, en relación con la inspiración para la letra.
“Hay que tomarse el tiempo de decir esto no me viene bien, voy a dejar de lado y voy a buscar mi vida de escape, estoy a un paso de verme afectado por esta situación, tengo que cortarla”.
El músico agregó que también como artistas han llegado a vivir esa falta de reconocimiento a su propio trabajo, e incluso recordó una anécdota que vivieron al inicio de su carrera, cuando no sabían cómo cobrar por su trabajo.
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“Cuando iniciamos todo lo hacíamos porque nos gustaba, entonces cuando llegó la hora de cobrar, no sabíamos hacerlo. La gente nos preguntaba cuánto nos debían, y nosotros dudábamos, y dábamos una cifra baja, que hasta la gente se sorprendía porque cobrábamos muy barato”.
Actualmente la agrupación está preparando dos nuevos discos, que serán lanzados el primero en las próximas semanas, y el otro en la segunda mitad del año. Asimismo, están afinando los detalles de sus presentaciones en Estados Unidos y Colombia.