Está por cumplir 82 años de edad y José Carlos Ruiz es un actor que se renueva día a día y que encuentra en el llamado a una obra de teatro, a una grabación o a un set cinematográfico su alimento natural que le ha permitido estar vigente durante seis décadas de carrera.
Ganador en seis ocasiones del premio Ariel por su desempeño histriónico, tan solo el año pasado fue reconocido como el Mejor Actor por la cinta Almacenados, ahora José Carlos Ruiz tiene que sumar el Mayahuel de Plata que el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, le entregará esta noche en la ceremonia inaugural,como una forma de destacar a una de las presencias más importantes de la actuación en México, quien asegura: “No fui a la escuela, fui al cine”.
José Carlos afirma que “para mí esta distinción es un gran honor. Son 60 años de carrera, es un placer y un gusto servir a la profesión y no servirse de la profesión, de sentirse un soldado del cine, la televisión y el teatro”.
En su opinión, el actor no se recibe de nada, siempre está aprendiendo y por eso para él eso de primer actor no significanmucho. “Para mí la palabra actor es bastante comprometida y lo único que uno hace es servir a la profesión todos los días, sin esperar que llegue la gloria del cielo.
“El personaje de ayer ya no sirve para el próximo, uno siempre debe estar preparado para lo que viene mañana, esa la función del actor”.
Protagonista de cintas como Vidas errantes o Dos crímenes, José Carlos Ruiz reconoce que los premios son muy gratos, pero lo que más le emociona de esta profesión “es tener llamado al día siguiente, ser útil para un personaje, yo sin trabajo me muero como los guajolotes, antes de la Navidad”. De hecho, actualmente participa en la telenovela Por amar sin ley y está por encarnar al líder cetemista, Fidel Velázquez, en un proyecto de serie que prepara Televisa.
Yo no fui a la escuela fui al cine es una frase que define a José Carlos Ruiz, la cual da título al libro biográfico que le escribió el investigador Eduardo de la Vega Alfaro y que será presentando como parte del homenaje que le rinde el FICG.
Pero esta frase no es tan cierta, porque el actor se formó en el Instituto Nacional de Bellas Artes, y recuerda que “cuando era niño quedé huérfano, no tenía ni la más remota idea de ser actor y para evadir mi soledad descubrí el cine y todos los momentos libres era estar viendo las películas de mi casa. Imaginar que Elsa Aguirre, Miroslava y María Félix, todas eran mis novias, hasta que comencé mi formación”.
La carrera de José Carlos Ruiz se puede explicar en más de 100 películas, 60 obras de teatro o 50 telenovelas, pero en todos estos trabajos hay un hilo conductor que lo define: la disciplina, la entrega y la pasión por actuar.
“La actuación me lo ha dado todo, una familia, trabajar con grandes directores y compañeros, y el gran deseo de estar vivo todos los días”, finaliza.
