Bien dicen que el amor entra por el estómago, y para los jueces de MasterChef este dicho aplica a la perfección durante una celebración como el 14 de febrero. El ritual de sentarse en la mesa a disfrutar de una buena comida, afirman, es la mayor expresión de cariño que puede existir entre dos personas, y un apapacho por parte del cocinero a sus comensales.
"La comida es uno de los elementos más importantes en cualquier celebración, no importa cuál sea. La mesa une, siempre ha sido motivo de negociaciones, de celebración, también de sanar heridas, porque muchas veces se llora y uno sana a través de esas lágrimas, pero éstas van acompañadas a lo mejor de un café y una plática, o del abrazo de un amigo", señaló la Cheff Betty.
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La también dueña del restaurante El delfín, ubicado en Nayarit, platica con alegría cómo su padre elogia constantemente los guisos de su madre, con quien ha estado casado durante 54 años.
Por ello no le queda duda que la gastronomía forma parte del romance, y de generar esa sensación de hogar a través de los sabores. "Siempre he dicho que lo que tú le das a un comensal en tu casa es un acto de amor, porque con tus manos lo trabajas y en cada bocado estás abrazando al otro".
Al mantener una relación tan cercana con la cocina, ellos también la utilizan para expresar amor en sus propias familias.
En su día a día nunca falta un platillo exquisito para consentir a los seres queridos.
Los jueces de MasterChef suelen pasar el 14 de febrero trabajando y atendiendo a las decenas de parejas que acuden a sus respectivos negocios para pasar la velada, pero apartan un espacio para vivir una ocasión especial, sin importar la fecha.
El chef José Ramón se apega a esta idea, y cuando está en casa con su esposa aprovecha la hora de comer para pasar un momento agradable. "Lo bonito con mi esposa es el tiempo que tenemos juntos cuando comemos, eso para nosotros es muy importante. La calidad del tiempo, nunca hablamos de trabajo ni de cosas malas, porque es como nuestro espacio".
Como experto en chocolatería, para él no hay nada mejor que decir "te amo", con un buen trozo de chocolate, por lo que invita a olvidarse de la dieta por un día, y degustar de un postre que endulce el momento. "Todo con medida. El chiste es que disfruten en casa esta preparación".
Fiel a su amor por la gastronomía, el chef Herrera traslada la celebración a la preparación de los alimentos. Comparte con su esposa platillos que combinan lo mejor de sus respectivos sazones, y les brindan momentos inolvidables.
"Mi esposa y yo tenemos una agenda culinaria muy concisa y muy redonda.
Soy yo el que cocina, pero mi mujer también, entonces ella se encarga de hacer platos mucho más sencillos y más adaptados a la vida cotidiana", platicó. "Yo me encargo de poner aquellas preparaciones un poco más sofisticadas, más complejas; desde luego eso es lo que lleva un equilibrio dentro de la casa", concluyó.