Duelo y venganza, son los primeros dos temas a los que se enfrentarán la familia De la Mora en su regreso en la segunda temporada de La casa de las flores, tras el sorpresivo fallecimiento de la auténtica Virginia de la Mora, encarnada por Verónica Castro en su primera edición.
“Yo creo que a mí fue al que menos me agarró por sorpresa porque ya lo había platicado con Verónica, obviamente hubo algunas pláticas para ver si podíamos continuar y cuando nos dimos cuenta de que lo mejor era dejarlo ahí, yo seguí adelante con cómo había concebido (la historia)”, recuerda Manolo Caro en entrevista con los medios.
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Es por eso que la serie siguió, dejando con muchas preguntas a sus seguidores, el creador asegura que “lo único que puedo adelantar sin spoilers es que todas las dudas se van a resolver”.
En la primera temporada, se pudo observar a una familia irreverente y disfuncional que se enfrentaba a distintos temas que en la actualidad afronta la sociedad: la homosexualidad, el empoderamiento femenino, los tabús en torno a las drogas, fueron algunos de los ejes que sentaron las bases de crítica hacia una sociedad moralina llena de prejuicios.
“La esencia es muy clara, es muy irreverente, basada en la comedia con temas profundos actuales haciendo una crítica a lo que nosotros somos como sociedad, la doble moral pero hablando de algo maravilloso y hermoso como es el núcleo familiar y defender a los nuestros ante todo”, asegura Manolo.
Y la segunda temporada no se va a quedar atrás con los temas polémicos e insolentes, tanto el creador como sus actores, aseguran que la serie llevará a sus personajes a los límites más arriesgados.
“Es la temporada en la que más me divertí, la disfrutamos mucho y eso se va a notar, si a la gente le gustó la primera temporada, la segunda le va a gustar aún más, se eleva el nivel de locura”, afirma Aisslin quien interpreta a Elena, “está muy volado, pero dentro del lenguaje de la serie, cada personaje tiene historias totalmente distintas”, añade Juan Pablo Medina quien encarna a Diego la pareja sentimental de Julián de la Mora (Darío Yazbek) y que es acusado de ladrón en la primera temporada tras la desaparición de tres millones de pesos.
“Hay nuevas historias y nuevas tramas que traen nuevos temas que poner sobre la mesa”, dice Manolo quien además expandió el elenco siendo Mariana Treviño uno de los nuevos personajes con un papel esencial para aportar un poco más de caos a la historia encarnando a un líder de una secta espiritual.
“Mi personaje entraña una crítica muy interesante se eligió ese tinte por la cuestión un poco sectaria que forman los grupos de autoayuda, de coaching , que te venden las fórmulas del éxito y felicidad, que como no son una vía de trabajo interno real, se convierten en fórmulas vacías que generan más frustración que otra cosa”, explica Treviño quien ha participado en diversos trabajo de Manolo Caro anteriormente.
Por otro lado, uno de los personajes más queridos de la serie es Paulina de la Mora (Cecilia Suárez), quien logró enamorar al público con su particular forma de hablar, quien tendrá que volver de España a reordenar a la familia.
“El personaje enfrenta el duelo”, perdió a su estructura familiar, su negocio y a su mamá. “Está preocupada por mantener el orden y a la familia, que es muy difícil”, explica Suárez sin ahondar demasiado sobre las transformaciones que se acercan.
Aunque la segunda temporada se estrena el próximo viernes por Netflix, los actores ya grabaron una “tercera y última parte que saldrá en el 2020”, y aunque al realizar la primera temporada Manolo nunca se imaginó que llegaría tan lejos, asegura que la creación de estas tres etapas, “se siente muy global, no sabíamos que íbamos a hacer una segunda, ni mucho menos una tercera, pero encajaron muy bien las piezas, yo creo que fue haber visto la fotografía completa de hasta donde podíamos llegar”, comenta el creador.
Para Juan Pablo Medina, el éxito de la serie radica en “la unión de Manolo Caro con Netflix y el contar en televisión los temas que en otros proyectos se tocaron en la superficie, aquí se hablan las cosas como son, la nuestra no es una pareja gay, es una historia de amor, los personajes ya no son una caricatura ni un estereotipo, sino algo real y humano”, afirma.
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