Hace 30 años, el ska era una música de barrio. Quienes lo escuchaban y lo tocaban estaban impregnados de prejuicios: no los bajaban de mugrosos, rebeldes, flojos y hasta drogadictos.
Los Estrambóticos formaron parte de esa ola primigenia de ska a la que vilipendiaron desde las clases más adineradas o moralinas. Ellos, de hecho, adquirieron popularidad en la periferia de la Ciudad de México, en Ecatepec, Chalco, Tlalnepantla, Nezahualcóyotl, compartiendo el escenario con bandas de rock urbano. Tuvieron que marginarse si querían seguir tocando: para el círculo comercial del rock en español eran algo extravangantes y tropicales, mientras que en Rockotitlán (el templo del movimiento rock de los 80 y 90) estaban vetados.
Así lo recuerda en entrevista con El Sol de México David Sánchez, El Chadou, guitarrista de Los Estrambóticos, que celebrará 30 años de carrera el próximo 2 d octubre en el Pepsi Center de la capital mexicana. Además, están de estreno: su nueva canción Reír o llorar, ya disponible en todas las plataformas de música por streaming, que es parte de lo que crearon durante lo que llaman “la catástrofe”, el confinamiento por la pandemia.
"De hecho, en nuestros inicios tocamos tantas veces con la Banda Bostik que nos decían 'Los Estrambostik'", dice el músico, quien comparte su visión acerca de cómo se ha transformado el ska mexicano.
"La escena ska está muy cambiada. Después de todo ese movimiento (marginal), nos firman a nosotros, firman a Sekta Core, a Inspector y se da un boom comercial enorme. Sobre todo con Amnesia, el gran éxito que hizo Inspector con Roco (el cantante de Maldita Vecindad) y Rubén Albarrán (e Café Tacvba). El ska en ese momento estuvo muy de moda, pero como se sabe las modas vienen y van. Sin embargo, yo creo que el ska ya se ha consolidado como música popular. Ya ni siquiera lo contemplaría en el movimiento roquero. El ska se cuece aparte", asegura El Chadou.
Ejemplo de esa apertura, dice, es la gran cantidad de géneros a los que se ha metido el ska: la cumbia, la balada romántica, el pop, el rock, el hip hop. No es que antes no lo hubiera hecho: lo que pasa es que ahora ya es universalmente aceptado y, sobre todo, bien vendido, comenta el compositor.
"El ska está en muy buen momento. Tiene su espacio bien ganado y bien merecido", agrega el integrante de Los Estrambóticos, agrupación que es autora de varios de los temas más populares del género, como La herida.
El Chadou insiste en que Los Estrambóticos no son una banda de oldies. Su intención no es vivir de la nostalgia como muchas otras bandas. La clave para seguir componiendo cosas nuevas y mantener la frescura creativa, asegura, es tener las antenas bien posicionadas hacia el exterior.
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"Es un reto lograrlo después de mucho tiempo, pero creo que lo más importante es seguir escuchado nueva música e intentar no quedarnos estancados en la clásica fórmula. Sabemos que somos una banda de ska, pero desde nuestros inicios lo hemos mezclado con el rock, la cumbia, el cha cha chá y toda esta música que nos encanta", afirma.
Reír o llorar es la primera entrega de lo que describe como una “crónica de la desdicha y la sobrevivencia colectiva”, pues durante más de dos años estuvieron alejados de los escenarios. Musicalmente es una potente mezcla de ritmos y de estados de ánimo tal y como sucede en nuestra cultura popular; una mezcla de tragedia y humor. Como novedad, el tema está disponible en el formato de audio inmersivo Dolby Atmos, que mejora considerablemente el audio de los dispositivos.