La ganadora de Miss Universo 1991, la mexicana Lupita Jones, defendió ante legisladoras de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados la permanencia de los concursos de belleza en nuestro país y aseguró que los concursos de belleza "promueven la capacitación y la superación, no la violencia”, tras la propuesta para eliminarlos por considerarlos como una forma de violencia hacia la mujer.
Durante la discusión que mantienen las diputadas sobre la iniciativa para añadir a la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia el concepto de “violencia simbólica” como una forma de agresión a las mujeres que se manifiesta en los concursos de belleza, la ex Miss Universo consideró que la propuesta es “una especie de Caballo de Troya”, porque no se han realizado estudios etnográficos específicos.
La también empresaria, que conmocionó a todo México hace casi 30 años al ganar el concurso más importante de belleza a nivel mundial, aseguró que hay un desconocimiento en torno a los certámenes de belleza, pues generan prejuicios, estereotipos y afirmaciones erróneas que deben ser desmanteladas.
Señaló incluso que para avanzar en la conversación se debe reconocer que al tipificar los concursos de belleza como una forma de violencia hacia las mujeres y eliminar los fondos públicos o privados, junto con la eventual sanción a quienes los difundan por medios de comunicación, “se está buscando erradicar los concursos de belleza”, los cuales -consideró- “sirven para emitir mensajes que impactan e manera positiva a la sociedad”, pues aseguró que las participantes se convierten en voceras de temas sensibles.
Jones entregó a la diputada Geraldine Ponce un documento que daba cuenta de las actividades altruistas y caritativas que algunas reinas de belleza realizan en los estados de la República y también los que se realizan desde Miss Universo.
Finalmente, la directora nacional del concurso Mexicana Universal pidió a las diputadas que den seguimiento a las actividades de preparación que reciben las mujeres en los certámenes, pues dijo que con ello se desarrolla de mejor manera el aplomo, la personalidad y los conocimientos de las mujeres, y no tienen nada que ver con lo que dicen las personas en cuanto a que los concursos provocan violencia simbólica.
De acuerdo con la iniciativa impulsada por diputadas del PRD, la llamada violencia simbólica se define como “la expresión, emisión o difusión por cualquier medio, ya sea en el ámbito público o privado, de mensajes, patrones, estereotipo, signos, valores icónicos e ideas que transmiten, reproducen, justifican o naturalizan la subordinación, desigualdad, discriminación y violencia contra las mujeres en la sociedad”.