Cuando las luces del Palacio de los Deportes se apagaron, apareció en las pantallas del escenario un cielo azul con nubes blancas, y desde el costado izquierdo apareció Mon Laferte, portando un vestido corto decorado con obras de arte, cantando “Tenochtitlán”.
Así inició el primer acto de su “Autopoética tour”, que esta noche celebró su primera fecha en la Ciudad de México. El show estuvo amenizado con performances por parte de sus bailarines, que aparecían con leotardos rosas, trajes, vestidos blancos y hasta máscaras griegas.
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“Metamorfosis” sonó en el segundo bloque, seguida por “Autopoética”, canción durante la cual tuvo lugar un breve desfile de modas que sucedió en el escenario, donde sus bailarines y algunos fans lucieron sus mejores atuendos.
El escenario se convirtió en una obra de arte al llegar el tercer bloque del show, que comenzó con “Tormento”. La pantalla del fondo se convirtió en un lienzo donde, rodeados de un paisaje, la intérprete y tres de sus músicos eran los protagonistas de una pintura, que tenía como marco un grupo de ojos derramando lágrimas.
El paisaje de fondo cambiaba, a veces mostraba un lago, otras regresaba al cielo azul, conforme el show avanzaba con “Aunque te mueras”, “Antes de ti”, “Flaco” (que cantó con Ximena Sariñana) y “Mi buen amor”.
El cuarto acto nos trasladó directo al espacio exterior, desde donde se observaba una toma del planeta tierra. “¿Dónde están las de 40?”, expresó antes de interpretar “Tengo 40 y MM”.
El viaje intergaláctico continuó con temas como “Pornocracia” y “La mujer”, y enseguida Mon puso a bailar a su público con versiones en salsa de “Por qué me fui”, “Mambo” y “Amantea suicidas”.
La cuatro veces ganadora del Latin Grammy se movía por todo el escenario, mientras que sus bailarines hacían voguing, la cargaban. Entre este grupo destacaba un hombre de mayor edad que el resto, quien mantenía el ritmo y danzaba con gran entusiasmo.
Enseguida Mon tomó su guitarra, para un quinto bloque acústico conformado por “Se me va a quemar”, “El cristal” y “Pa’ dónde se fue”. Dos invitadas especiales se sumaron al show, se trataba de Silvana Estrada y Daniela Spalla, quienes fueron recibidas con una ovación de pie, cuando llegaron a cantar “La trenza” y “Primaveral”, respectivamente.
Entre cada bloque musical, las pantallas se adornaban con fotos de la cantautora en sus distintas etapas, desde que era niña, hasta que se convirtió en una estrella, mostrando cómo desde su infancia tenía esa vena musical que la ha llevado a ganar un total de 47 premios en su carrera.
El cielo azul y los leotardos rosas volvieron para la penúltima parte, donde sonó “El beso” y “Amárrame”, perteneciente a su álbum “La trenza”, que fue una de las favoritas de la noche.
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“Quiero aprovechar este momento para darles las gracias por venir. Soy consciente de las dificultades que a veces no atraviesa para ir a un concierto, y agradezco el esfuerzo de cada persona que vino hoy”, expresó la chilena.
“Amor completo”, “Tu falta de querer” y “Casta diva”, que cantó ella sola acompañada únicamente con su guitarra eléctrica, sonaron en la recta final del show. “Ya se va a acabar el concierto y no quiero”, expresó. “Han sido un público maravilloso, muchas gracias por venir”.
