Las nuevas princesas de Disney como Elsa, Moana o Rapunzel pueden estar enseñando a las niñas y los niños a tener puntos de vista más progresistas sobre las mujeres y alejarlos de la masculinidad tóxica, así lo señala un estudio realizado por los investigadores de la Universidad de Brightman Young de Utah.
El estudio incluyó a más de 300 niñas, niños y sus padres con el fin de descubrir cómo es que la "cultura princesa" ha afectado a lo largo del tiempo en las actitudes hacia los estereotipos de géneros, la estima corporal y la masculinidad.
➡️ Scarlett Johansson demanda a Disney por estrenar Black Widow en streaming
Hasta antes de esta investigación algunas otras anteriores habían sugerido que los personajes de ficción promovían estereotipos femeninos negativos y adoctrinaban a las niñas desde una temprana edad.
Sarah Coyne, la autora del estudio, preguntó a los niños en edad de preescolar sus gustos e intereses por las películas y juguetes con las princesas más actuales de Disney, tales como Elsa, Rapunzel o Moana.
Después de eso, cinco años más tarde, les pidió que llenaran unos cuestionarios para permitir medir el efecto de la "cultura princesa" en las actitudes entre el preescolar y la adolescencia temprana.
En el cuestionario se le pidió a los niños que calificaran en qué medida estaban de acuerdo con afirmaciones como "me gustan mucho los bebés y los niños pequeños" o "soy una persona amable y cariñosa", todo ello para examinar la adherencia a los estereotipos de género.
Por su parte, para explorar la masculinidad y las actitudes hacia los roles de las mujeres, se les pidió a los niños que calificaran afirmaciones como "decir palabrotas es peor para una niña que para un niño" o "es más importante para los niños que para las niñas desempeñarse bien en la escuela".
Otra parte del cuestionario involucraba a los padres de las niñas y los niños, a quienes se les cuestionó sobre si con frecuencia sus hijos jugaban con juguetes estereotipados de género, tales como juegos de té, joyas, muñecas o bien, actividades como limpieza y cocina.
➡️ Lecciones de vida que Billie Eilish le ha dado al mundo
Finalmente se les pidió detallar sobre la estima corporal percibida en sus hijos, mientras que los niños calificaron su propia estima corporal.
A partir de los resultados, las conclusiones de la investigación señalaban que la última generación de películas de princesas se ha vuelto más "feminista" y mueve los roles masculinos tradicionales en comparación con personajes anteriores como Blancanieves y el Príncipe Azul.
"En general, encontramos que la cultura de las princesas tendía a tener un impacto pequeño, pero positivo en el desarrollo infantil a lo largo del tiempo", dijo el Sarah Coyne.
"Un mayor compromiso con la cultura de las princesas durante el período preescolar se asoció con la adopción de actitudes más progresistas hacia las mujeres, especialmente hacia las niñas", expresó.
Coney mencionó que las historias más recientes en las películas de princesas implican un trabajo duro para perseguir las metas y sueños de las protagonistas, además de superar desafíos difíciles al encontrar una fuerza interior y centrarse en los logros más que en la apariencia.
La investigadora agregó que "las niñas que estaban muy comprometidas con la cultura de las princesas durante los años preescolares eran más propensas a ver las oportunidades educativas, las relaciones y las carreras como igualmente importantes para hombres y mujeres".
Por su parte, en los niños, se reducía la probabilidad de adaptar los rasgos de masculinidad tóxica, así como la adherencia a roles de géneros donde los hombres son dominantes.
“Los niños que están expuestos a la cultura de las princesas en una etapa temprana de la vida tienden a hacer un mejor trabajo expresando emociones en sus relaciones”, dijo Coyne.
"En lugar de apagar sus sentimientos o sentir que deben luchar contra alguien que los desafía, pueden expresar sus emociones de manera no violenta", señaló.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Ante dichos resultados, Coyne aconsejo a los padres a que usen a los personajes de las princesas como una herramienta de enseñanza para centrarse en la humanidad y no sólo en la apariencia.
"Esta investigación sugiere que los niños pueden estar aprendiendo puntos de vista más igualitarios en torno a hombres y mujeres después de comprometerse con la cultura moderna de las princesas", finalizó.
