A diferencia de otras galas como la de los premios Oscar, la alfombra roja de los Grammys destaca por lo alternativo de los looks de las estrellas, que desfilan con atuendos que no necesariamente son de alta costura.
En esta 64 edición una de las primeras en posar ante las cámara antes del evento que premia a lo mejor de la música, fueron Doja Cats, portando un vestido transparente de Atelier Versace color menta de tirantes y escote pronunciado.
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En esta ocasión Mon Laferte decidió dejar a un lado el color para dar paso a la sobriedad, con un atuendo de la firma mexicana Sánchez Kane, todo en negro y compuesto de pantalón y saco con un toque andrógino.
En contraste, Cheri Moon optó por un llamativo atuendo dorado de minidress con un saco futurista artesanal con aplicaciones de pedrería de grandes perlas y detalles como salidos de un marco art noveau, cuyas solapas se extendían hacia arriba de los hombros.
Por su parte, Olivia Rodrigo vistió al estilo Hollywood con una gala de Vivienne Westwood, en negro con brillos a un costado y escote pronunciado.
Billie Eilish rindió homenaje al estilo gótico con un vestido negro oversize y gafas negras.
Impecables y elegantes muy en tendencia, es como siempre se presentan los integrantes de la banda de K-pop BTS, quienes vistieron trajes de saco corto y pantalón, en diferentes tonalidades, dos de ellos mezclaron el café con camisa rosa, otros dos en total look blanco, y otros de azul.
Tocando el tema masculino, Billy Porter, como es costumbre, se convierte en uno de los más esperados y llegó luciendo un atuendo completo en fucsia con una capa, camisa de olanes y pantalón.
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Dua Lipa también eligió el negro pero comlementándolo con un gran collar dorado que le dio el toque de originalidad. La cantante rindió homenaje a Donatellla Versace portando el vestido bondage que usó la diseñadora italiana en los años 90, para una gala del Centenario de la revista Vogue. Se trata de un vestido largo con cadenas y cinturones de cuero en la parte de arriba.
Con una gargantilla de diamantes de Tiffany & Co. que destacaba en juego con un vestido negro de Armani Privé, Lady Gaga fue de las últimas en llegar a la alfombra roja de los premios Grammy. La gala que portó dejaba descubierto un hombro e incluía una cauda blanca que abarcaba de la espalda al suelo.