/ sábado 9 de enero de 2021

Regreso a la nueva realidad 

Por Armando Ríos Piter


Por una #SociedadHorizontal


El inicio de 2021 trajo aparejada una oleada de buenos deseos y esperanzas. Muchos quisieron ver en el fin del 2020, la oportunidad de que el nuevo año nos regresara la tan añorada “normalidad”. Pese a los buenos deseos, muy pronto se manifestó contundente la nueva realidad. El 6 de enero, vimos en la capital de los Estados Unidos, imágenes que en otro tiempo simplemente hubieran sido inimaginables. Miles de simpatizantes del presidente Trump se congregaron en la ciudad de Washington para manifestarse en contra de la sesión realizada en el capitolio para validar los resultados obtenidos en la elección del 3 de noviembre del presente año.

Tras la convocatoria que en varias ocasiones realizó Donald Trump a protestar y rechazar los resultados electorales que calificó como fraudulentos -puntualmente en Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin- decenas de personas irrumpieron en el Capitolio y lograron suspender por unas horas la validación de las elecciones. El mundo entero vió sorprendido a una maza de gente indignada, agentes de policía armados defendiendo la Cámara de Representantes, gases lacrimógenos y congresistas escondidos.

Los hechos se dieron en el marco de la reunión del Senado y la Cámara para abrir y contar los votos electorales, donde el candidato que alcanzara los 270 votos electorales sería el ganador. Sin embargo, la sesión tuvo que interrumpirse por la irrupción a las instalaciones del Capitolio. La alcaldesa del Distrito de Columbia declaró el toque de queda y movilizó a la Guardia Nacional para intentar contener los actos violentos que se suscitaron. El resultado final fueron cuatro muertos. Al día siguiente, Trump condenó la invasión y admitió que en unos días lo relevará el demócrata Joe Biden.

Sin duda alguna los hechos ocurridos en Washington, representaron un pronto y crudo regreso a la “nueva realidad” que vivimos. La “hiperconectividad” provocada por el cambio tecnológico, ha modificado los patrones de comportamiento de la sociedad global. También ha generado nuevas formas de movilización, donde las instituciones se ven rebasadas de manera “exponencial”, cuando no satisfacen de manera transparente y oportuna a todos los segmentos de la población.

Si bien es cierto que Trump no pudo demostrar el fraude electoral por la vía institucional, si logró que millones de personas crean que lo hubo. La cohesión con su electorado, la comunicación directa y continua demostraron tener una potencia contundente que no solo rebasó en muchos sentidos a las instituciones, sino que lo mantendrá en la palestra, más allá de su mandato, con una fuerza inusitada. Es evidente que Estados Unidos quedará dividido después de esta elección y que habrá mucho que trabajar para restituir el tejido social.

Hay que tenerlo claro. El populismo no es la causa de la nueva realidad que vivimos, es el efecto. Por ello, la -#SociedadHorizontal deberá proponer nuevas dinámicas que ayuden a la evolución y ajuste institucional. De lo contrario, las nuevas formas de informarse, comunicarse y organizarse, seguirán haciendo que los actores sociales, se mantengan por encima de las instituciones. De no ser así, el 2021 y los años por venir seguirán presentando imágenes como las que vimos esta semana en el Capitolio estadounidense.

Por Armando Ríos Piter


Por una #SociedadHorizontal


El inicio de 2021 trajo aparejada una oleada de buenos deseos y esperanzas. Muchos quisieron ver en el fin del 2020, la oportunidad de que el nuevo año nos regresara la tan añorada “normalidad”. Pese a los buenos deseos, muy pronto se manifestó contundente la nueva realidad. El 6 de enero, vimos en la capital de los Estados Unidos, imágenes que en otro tiempo simplemente hubieran sido inimaginables. Miles de simpatizantes del presidente Trump se congregaron en la ciudad de Washington para manifestarse en contra de la sesión realizada en el capitolio para validar los resultados obtenidos en la elección del 3 de noviembre del presente año.

Tras la convocatoria que en varias ocasiones realizó Donald Trump a protestar y rechazar los resultados electorales que calificó como fraudulentos -puntualmente en Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin- decenas de personas irrumpieron en el Capitolio y lograron suspender por unas horas la validación de las elecciones. El mundo entero vió sorprendido a una maza de gente indignada, agentes de policía armados defendiendo la Cámara de Representantes, gases lacrimógenos y congresistas escondidos.

Los hechos se dieron en el marco de la reunión del Senado y la Cámara para abrir y contar los votos electorales, donde el candidato que alcanzara los 270 votos electorales sería el ganador. Sin embargo, la sesión tuvo que interrumpirse por la irrupción a las instalaciones del Capitolio. La alcaldesa del Distrito de Columbia declaró el toque de queda y movilizó a la Guardia Nacional para intentar contener los actos violentos que se suscitaron. El resultado final fueron cuatro muertos. Al día siguiente, Trump condenó la invasión y admitió que en unos días lo relevará el demócrata Joe Biden.

Sin duda alguna los hechos ocurridos en Washington, representaron un pronto y crudo regreso a la “nueva realidad” que vivimos. La “hiperconectividad” provocada por el cambio tecnológico, ha modificado los patrones de comportamiento de la sociedad global. También ha generado nuevas formas de movilización, donde las instituciones se ven rebasadas de manera “exponencial”, cuando no satisfacen de manera transparente y oportuna a todos los segmentos de la población.

Si bien es cierto que Trump no pudo demostrar el fraude electoral por la vía institucional, si logró que millones de personas crean que lo hubo. La cohesión con su electorado, la comunicación directa y continua demostraron tener una potencia contundente que no solo rebasó en muchos sentidos a las instituciones, sino que lo mantendrá en la palestra, más allá de su mandato, con una fuerza inusitada. Es evidente que Estados Unidos quedará dividido después de esta elección y que habrá mucho que trabajar para restituir el tejido social.

Hay que tenerlo claro. El populismo no es la causa de la nueva realidad que vivimos, es el efecto. Por ello, la -#SociedadHorizontal deberá proponer nuevas dinámicas que ayuden a la evolución y ajuste institucional. De lo contrario, las nuevas formas de informarse, comunicarse y organizarse, seguirán haciendo que los actores sociales, se mantengan por encima de las instituciones. De no ser así, el 2021 y los años por venir seguirán presentando imágenes como las que vimos esta semana en el Capitolio estadounidense.