Preparar una serie de conciertos como los de The Eras Tour no es nada sencillo y aunque Taylor Swift se preparó con meses de anticipación, en muchos de sus conciertos las cosas no salieron como lo esperaba.
Gracias a los miles de fanáticos que pudieron ver a la artista en vivo, los momentos que ella se tomó con calma y profesionalismo fueron captados. Entre los errores están las fallas técnicas que nunca faltan, pero también situaciones inesperadas.
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Ya que la estrella estará en México dando cuatro conciertos en el Foro Sol es buen momento para recordar algunas de las cosas que se han vivido en el tour y ahora la mantienen humilde.
Problemas con su equipo
Los micrófonos de Taylor sobreviven a las lluvias que la han acompañado en su tour gracias a las pruebas militares a las que son sometidos para verificar su funcionamiento, pero eso no impidió que fallaran.
La cantante se preparaba para lanzar el primer tono cuando se dio cuenta que no sonaba, miró su micrófono y lo volvió a intentar. Al rendirse solamente soltó algunas muecas de burla y esperó a que le dieran un reemplazo.
Algo similar pasó con su piano, que al estar expuesto a la lluvia sufrió un fallo. Como si se tratara de algo preparado, Taylor se sentó para tocar cuando se escucharon los tonos, pero ella todavía no tocaba las teclas.
Su rostro delató que tampoco entendía lo que pasaba, así que dejó que su piano diera el concierto por sí solo.
Cabello y vestuarios, sus enemigos
La cantante se ha caracterizado por sus brillantes vestuarios hechos a mano y seguramente muy costosos que algunos fans recrean para asistir a los shows, pero además de increíbles, también pueden resultar desastrosos.
Algunas veces por lo rápido que tuvo que cambiarse se colocó mal los vestidos, pero sin problemas continuaba cantando.
También su cabello no ha sido el mejor amigo, pues también por los cambios de ropa o su escenario que estuvo en contacto con agua, se le llegó a electrificar dándole un aspecto gracioso.
En otro show trataba de hablar con sus fans cuando se dio cuenta de que tenía un cabello en su boca. Para que la dejara continuar y sin miedo a perder el estilo se lo sacó.
Finalmente la cantante se tomó uno de los momentos más incómodos de la mejor forma, pues cuando agradecía a su audiencia sin querer se comió un insecto. Después de recuperarse lanzó un "delicioso" y sus fans rieron con ella.
Sin duda, solamente Tylor Swift puede pasar por tantas cosas que para muchos serían vergonzosas y volverlas algo tierno y divertido.