/ martes 17 de noviembre de 2020

La Voz de la IP | Asuntos domésticos y la relación bilateral México – EU

Por Gustavo Almaráz Petrie


La elección del pasado 3 de noviembre en Estados Unidos deja muchas lecciones para la posteridad y para México, representa una oportunidad para que se renueve una visión de colaboración con Estados Unidos, dada la importancia de las relaciones bilaterales marcada por una frontera compartida de 2,000 millas y más de 600 mil millones de dólares de intercambio comercial en 2019.

El cambio de gobierno en Estados Unidos viene acompañado de grandes expectativas y es factible que haya una revisión completa del discurso, narrativa y compromiso, cuyos efectos pueden ser positivos o negativos, dependiendo, en gran medida, de la respuesta y las políticas públicas que se impulsen desde México.

La agenda bilateral se reactivará una vez confirmado el triunfo de quien resulte ganador de la elección, aunque hay que considerar que hay temas internos que se privilegiarán, principalmente sanar la profunda división social y la recomposición de la confianza ciudadana. También habrá que considerar que al presidente Donald Trump le restan más de sesenta días en la Casa Blanca, durante los cuales, podría tomar las últimas decisiones políticas.

Más allá de quién se convierta en el próximo presidente de los Estados Unidos, derechos laborales, compromisos ambientales, derechos humanos, inmigración, seguridad y gobernabilidad democrática serán la agenda prioritaria en la relación con México.

Derivado de obligaciones en el T-MEC, las empresas estadounidenses en México estarán bajo estricta supervisión. La implementación de la reforma laboral en México serán un punto que destacar y pueden existir mayores presiones para impulsar reformas que fortalezcan los derechos laborales en nuestro país.

En la agenda energética y ambiental, México tendrá que insertarse en la discusión global e impulsar una transición energética, además de brindar seguridad jurídica a los contratos del sector, donde seguramente Canadá respaldará este llamado, con el objetivo de garantizar los principios acordados en el T-MEC. La supervisión de la producción de empresas de acuerdo con estándares ambientales en ambas fronteras será relevante.

Si bien el crimen organizado transnacional seguirá siendo un desafío, se podría esperar mayor cooperación, incluyendo una estrategia distinta para combatir el tráfico de armas de fuego y mayor inversión en tecnología fronteriza para mejorar los procedimientos de control fronterizo con Canadá y México.

En la agenda migratoria, quedarán pendiente de resolver la política de Protocolos de Protección al Migrante. También podrían darse los escenarios políticos óptimos para la discusión de una posible reforma migratoria integral.

Las lecciones que la democracia norteamericana ha dado a todos los países que mantienen ese sistema son muchas y no debe soslayarse. En cualquier escenario, la prioridad de México deberá continuar focalizada en la atención de asuntos domésticos: respeto al Estado de Derecho, seguridad y un óptimo ambiente de negocios, serán fundamentales para mantener relaciones bilaterales sanas y promover mayor atracción de inversión hacia nuestro país.

Presidente Comité de Estrategia Pública de Coparmex

Por Gustavo Almaráz Petrie


La elección del pasado 3 de noviembre en Estados Unidos deja muchas lecciones para la posteridad y para México, representa una oportunidad para que se renueve una visión de colaboración con Estados Unidos, dada la importancia de las relaciones bilaterales marcada por una frontera compartida de 2,000 millas y más de 600 mil millones de dólares de intercambio comercial en 2019.

El cambio de gobierno en Estados Unidos viene acompañado de grandes expectativas y es factible que haya una revisión completa del discurso, narrativa y compromiso, cuyos efectos pueden ser positivos o negativos, dependiendo, en gran medida, de la respuesta y las políticas públicas que se impulsen desde México.

La agenda bilateral se reactivará una vez confirmado el triunfo de quien resulte ganador de la elección, aunque hay que considerar que hay temas internos que se privilegiarán, principalmente sanar la profunda división social y la recomposición de la confianza ciudadana. También habrá que considerar que al presidente Donald Trump le restan más de sesenta días en la Casa Blanca, durante los cuales, podría tomar las últimas decisiones políticas.

Más allá de quién se convierta en el próximo presidente de los Estados Unidos, derechos laborales, compromisos ambientales, derechos humanos, inmigración, seguridad y gobernabilidad democrática serán la agenda prioritaria en la relación con México.

Derivado de obligaciones en el T-MEC, las empresas estadounidenses en México estarán bajo estricta supervisión. La implementación de la reforma laboral en México serán un punto que destacar y pueden existir mayores presiones para impulsar reformas que fortalezcan los derechos laborales en nuestro país.

En la agenda energética y ambiental, México tendrá que insertarse en la discusión global e impulsar una transición energética, además de brindar seguridad jurídica a los contratos del sector, donde seguramente Canadá respaldará este llamado, con el objetivo de garantizar los principios acordados en el T-MEC. La supervisión de la producción de empresas de acuerdo con estándares ambientales en ambas fronteras será relevante.

Si bien el crimen organizado transnacional seguirá siendo un desafío, se podría esperar mayor cooperación, incluyendo una estrategia distinta para combatir el tráfico de armas de fuego y mayor inversión en tecnología fronteriza para mejorar los procedimientos de control fronterizo con Canadá y México.

En la agenda migratoria, quedarán pendiente de resolver la política de Protocolos de Protección al Migrante. También podrían darse los escenarios políticos óptimos para la discusión de una posible reforma migratoria integral.

Las lecciones que la democracia norteamericana ha dado a todos los países que mantienen ese sistema son muchas y no debe soslayarse. En cualquier escenario, la prioridad de México deberá continuar focalizada en la atención de asuntos domésticos: respeto al Estado de Derecho, seguridad y un óptimo ambiente de negocios, serán fundamentales para mantener relaciones bilaterales sanas y promover mayor atracción de inversión hacia nuestro país.

Presidente Comité de Estrategia Pública de Coparmex