El verano es la temporada perfecta para disfrutar de la playa, y ¿qué mejor compañía que la de tu perrito? Antes de empacar toallas y sombrillas, es fundamental preparar a tu mascota para esta aventura playera. Aquí te ofrecemos algunos consejos útiles que son clave para que tu can tenga un buen encuentro con el mar.
Antes de cualquier escapada, visita a tu veterinario. Las recomendaciones específicas pueden variar según la raza, tipo de pelo, tamaño y edad de tu perro. Asegúrate de que todas sus vacunas estén al día para protegerlo de cualquier enfermedad que pueda contraer al estar en contacto con otros perros o cualquier otro percance.
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La playa puede ser un entorno desconocido y estresante para tu perrito. Observa su comportamiento para identificar qué le causa estrés y qué disfruta. Es fundamental mantenerlo con correa en todo momento, especialmente cerca del agua, para evitar accidentes con las olas.
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La arena puede ser irritante para las patas y otras áreas sensibles de tu perro. Después de un día de playa, limpia bien su cuerpo para eliminar cualquier residuo de arena. Además, asegúrate de que no sea alérgico a la arena o al agua salada, por eso, una visita con su veterinario es clave para conocer aspectos específicos o qué hacer.
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El agua potable y fresca será su mejor aliado. Lleva siempre una botella de agua para mantener a tu perro bien hidratado. Evita que ingiera agua de mar, ya que puede causar deshidratación severa y otros problemas de salud.
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No obligues a tu perro a hacer algo que no quiera. Es importante que la experiencia sea placentera para él. Verifica que la playa sea dog friendly y sigue sus normas. Nunca lo pongas en riesgo, especialmente en playas con olas fuertes o corrientes peligrosas.
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Las mejores horas para disfrutar del mar son al amanecer o al atardecer, cuando el sol no está tan fuerte. Evita las horas de mayor calor para proteger a tu perro de posibles quemaduras solares, especialmente en zonas de piel descubierta o en perros con pelo blanco o fino. Si va a estar en el agua, considera ponerle un chaleco salvavidas adecuado para su tamaño y peso. Mantente atento a las corrientes, mareas y olas inesperadas. El agua salada puede causar irritaciones y, si se ingiere en grandes cantidades, puede ser tóxica.
Las playas pueden albergar fauna salvaje que podría representar un riesgo para tu perro, como medusas, mantarrayas o incluso tiburones. También, ten cuidado con la basura y la contaminación en la playa, que pueden causar lesiones o enfermedades a tu mascota.
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