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Ciudad de México.- El clima actual de la ciudad de México esla combinación de muchas oscilaciones atmosféricas e inclusoteleconexiones (fenómenos ocurridos en un sitio con efectos en unlugar lejano), especificó Bradford S. Barrett, en el seminario delCentro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM.
El experto —de año sabático en esta casa de estudios—explicó que, debido al “principio de superposición” (teoríapara todos los sistemas lineales), a veces estas fluctuaciones secombinan con el mismo signo (interferencia constructiva) y otrascon los opuestos (destructiva).
Por ejemplo, dijo el investigador del Departamento deOceanografía de la Academia Naval de Estados Unidos, si aconteceun frente frío en un día muy soleado, éste no es tan gélido porla radiación del astro.
Uno de los fenómenos más conocidos es El Niño-Oscilación delSur (ENOS), calentamiento o enfriamiento de las aguas del OcéanoPacífico tropical que produce cambios en la atmósfera a nivelglobal y resulta en un aumento o disminución de la precipitacióna lo largo del planeta.
Otro es la Oscilación Decadal del Pacífico (PDO, por sussiglas en inglés), incremento de temperatura en esa demarcaciónmarina que altera la circulación en el orbe y provoca una mayorfrecuencia de hidrometeoros en México de noviembre a febrero.
En la escala de tiempo intraestacional (30-60 días), lafluctuación más importante es también una superposición deotras más pequeñas que, normalmente, vienen en grupos y, juntas,forman una más grande.
El académico se enfocó en la Oscilación TropicalIntraestacional, descubierta en los años 60 por dos meteorólogos,Roland Madden y Paul Julian, quienes detectaron que había periodosde retorno regulares (dentro de 30 y 60 días) en la presión de lasuperficie en islas del Trópico.
La también llamada Oscilación de Madden y Julian (OMJ) tienemucho que ver con varios fenómenos atmosféricos como banquisas(capa de hielo que aparece por la congelación del mar), nieve,tornados en EU, contaminación en Santiago de Chile yprecipitación en todo el mundo, incluso en México.
De acuerdo con Barrett, el OMJ modifica el origen, intensidad ytrayectoria de los ciclones tropicales e influye en todos lospiélagos. Algunas fases favorecen la génesis, otras ciertastrayectorias y las demás, la intensificación.
Sin embargo, no existe un patrón global. No se puede afirmarque siempre hay un aumento en el número de los vientos causadospor depresiones atmosféricas, pues ello depende del mar. Entrejulio y septiembre favorece la lluvia en territorio nacional (en lazona central-sur) y en Centroamérica, lo que repercute eninundaciones y sequías.
Así, en latitudes tropicales la OMJ (vía teleconexiones porondas Rossby) genera transformaciones de gran alcance en lacirculación; ello implica fenómenos atmosféricos yoceanográficos.